No fue casualidad. Con gestos, primero, y con mensajes, después, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo envían mensajes hacia adentro y hacia afuera del Partido Justicialista tucumano. El viernes por la noche se encontraron en Burruyacu, un territorio dominado por los manzuristas Jorge Leal padre e hijo, durante las fiestas patronales de la Virgen del Rosario. En ese municipio del este tucumano se concentró gran parte del gabinete provincial y la dirigencia oficialista. El jefe de Gabinete de la Nación necesitaba oxigenarse y llegó a la provincia para hablar con algunos de sus allegados políticos. Ayer compartió un almuerzo con su familia y luego emprendió vuelo hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se preveía un encuentro en la Quinta de Olivos. En tanto, el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo también se tomó un respiro, aunque prefirió quedarse en esta ciudad y no quedarse en su Trancas natal.
La aventura de Manzur: ¿un nuevo traspié?¿Qué pasó en Burruyacu? La cumbre oficialista se extendió hasta las primeras horas de ayer. En la gestualidad, Manzur y Jaldo volvieron a las cábalas: ambos se mostraron con camisas blancas, un rito que cumplieron durante la campaña posPASO y también en los anteriores comicios, cuando buscaron renovar el mandato. Hay sintonía fina. Ambos reconocen que la relación entre ambos pasa por un buen momento y que el destino puede encontrarlos nuevamente juntos en las elecciones de 2023. Manzur dice poco respecto de cuál es el rumbo que debe adoptar el oficialismo de cara al año que viene. En cada encuentro con la dirigencia, el gobernador que seguirá en uso de licencia al menos hasta mediados de enero del año que viene, afirma que todos deben acompañar la gestión de Jaldo porque esa será la base de la campaña proselitista que se viene. Jaldo fue más directo en su mensaje. “Hay que dejar de mirar por el espejo retrovisor y hacerlo más por el parabrisas, porque queda poco tiempo antes de que arranque la disputa electoral”, afirmó el vicegobernador.
Dimes y diretes: “La UCR nunca buscó el amparo de Jaldo, como hizo el alfarismo”Manzur no se baja de la probable fórmula invertida. Sin embargo, manejan 25 movimientos, como trebejista, sobre lo que puede realizar respecto de su futuro político, admiten desde su entorno. Llegar hasta fin de año de la mejor manera posible, es la meta de corto plazo. Los caminos se bifurcan al iniciarse 2023. La candidatura a vicegobernador de Manzur asoma como una de las opciones. La otra es recalar en la Cámara Alta, lo que implicaría solicitarle a Pablo Yedlin la banca de senador. “Eso es futurología, pero tampoco hay que descartarlo”, señala un allegado al jefe de Gabinete de la Nación. Mientras tanto, el gobernador en uso de licencia continuará gestionando los fondos para avanzar con el plan de obras que le permita al oficialismo transitar el cambio rumbo a las elecciones con inauguraciones y habilitaciones de trabajo en toda la provincia.
Manzur está abocado a la organización del acto por el Día de la Lealtad, pero choca con un juego de intereses de poder en la conducción nacional. Quiere traer al presidente Alberto Fernández como una manera de reafirmar el federalismo, pero se le hace difícil convocar, al mismo tiempo, a la vicepresidente Cristina Fernández por dos razones: opacaría la figura presidencial y debería afianzarse el operativo de seguridad para evitar un acercamiento de la militancia hacia la titular del Senado.
Jaldo, en Burruyacu: "Hoy más que nunca tenemos que renovar nuestra fe en estos momentos"En el oficialismo, según señalan, nadie está dispuesto a hacer “una de más”. Ni siquiera a desatar internas antes de tiempo. De eso hablaron, en Burruyacu, Manzur y Jaldo. El Frente de Todos tiene un problema capital. Las pujas por la candidatura a intendente causan ruidos internos en una sección electoral esquiva para el Partido Justicialista. La atomización de fuerzas internas no contribuye a afianzar una eventual fórmula para 2023. El binomio cree que el oficialismo debe aprovechar el momento, en el que la oposición muestra signos de mayores divisiones, con varios precandidatos a gobernador en Juntos por el Cambio. Tanto Manzur como Jaldo están convencidos que el rival a vencer en las urnas no es el actual intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, sino el diputado y presidente de la UCR, Roberto Sánchez. La decisión de la convención radical de conformar una junta promotora de la candidatura del ex intendente de Concepción ha sido vista con buenos ojos por la Casa de Gobierno. Otro fenómeno que inquietó al poder (y también a la oposición) ha sido el desembarco en Tucumán del libertario Javier Milei. El interrogante que se abre es si Fuerza Republicana llegará a las próximas elecciones en una alianza con el diputado de “La Libertad Avanza” y, además, cuántos votos le restará al oficialismo y a Juntos por el Cambio.
Este mes, la fórmula Manzur-Jaldo cumplirá siete años en el poder; cuatro del primer mandato y tres del segundo; el último año tuvo a Jaldo como titular interino del Poder Ejecutivo. La paz en la cúpula volvió a reinar y la desconfianza dio paso a otro estado: el de una sociedad de socorros políticos mutuos.
Una costumbre de los lunes: el gobernador interino convoca a la cúpula policial
En una costumbre que adoptó en los últimos meses, el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, pasará hoy revista a las acciones que ha encarado la Policía en toda la provincia. Con ese fin, citó para las 7 al ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, a funcionarios de esa área y a toda la cúpula policial. El gobernador interino quiere interiorizarse acerca de los operativos que se han realizado en las distintas unidades regionales, particularmente, en la zona sur tucumana. Posteriormente, el gobernador interino y las autoridades del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) visitarán la Maternidad Nuestra Señora de La Merced, donde visitará el servicio de esterilización de ese establecimiento sanitario.