El triunfo de Luiz Inácio "Lula" da Silva (Partido de los Trabajadores -PT-) frente a Jair Bolsonaro (Partido Liberal) en las elecciones presidenciales de Brasil se explotará más desde lo simbólico que desde el valor real, en cuanto a la cantidad de votos.
Ocurre que con el 99% de las mesas escrutadas el ex mandatario cosechaba un 48,2% (56.416.625 sufragios), frente a un 43,4% (50.819.3439) del actual presidente. Y de acuerdo a la legislación electoral del país vecino, esto implica que ambos pujarán en el balotaje, que se llevará a cabo el domingo 30 del mes en curso.
Y para que uno de los dos se alce con el triunfo y se convierta en el flamante presidente de Brasil el eventual apoyo de Simone Tebet (un 4,2%, 4.895.910 votos) y de Ciro Gomes (3%, 3.571.144) resultará fundamental.
El escenario de la segunda vuelta se torna impredecible, con el plus de que las encuestas previas a los comicios de hoy fallaron -algunas daban vencedor al líder del PT en primera vuelta-. Y tanto el mandatario, como el ex obrero irán por los votantes de Gomes (del centroizquierdista Partido Democrático Laborista -PDT-) y de Tebet (del centroderechista Movimiento Democrático Brasileño -MDB-).
Por afinidad ideológica se creería que quienes votaron hoy por Gomes lo harían por "Lula" en la segunda vuelta. Y del mismo modo se esperaría que los sufragios de Tebet pasen a Bolsonaro el domingo 30. Pero resulta muy difícil afirmar que se dará una relación lineal.
Será clave el posicionamiento político de ambos candidatos durante los próximos días, si es que adhieren a Lula o a Bolsonaro, o si dan libertad de acción a sus votantes.
Durante la campaña proselitista previa a la jornada comicial de hoy Gomes había intentado proyectarse como una alternativa a la polarización de Brasil. Criticó fuerte a Bolsonaro por su manejo de la pandemia de coronavirus y por la creciente inseguridad alimenticia, entre otros. Pero señaló que este pudo llegar al poder debido al mal Gobierno del PT, que administró el país entre 2003 y 2016.
Tebet fue una de las tres mujeres presentes en un abanico de 12 candidatos a presidente esta elección. “Brasil vive uno de sus momentos más sensibles. Las bases de la democracia tiemblan por el hambre, la miseria, la desigualdad, el desempleo, el machismo, la polarización ideológica y un discurso de odio, de ‘nosotros contra ellos’, que lleva al país a un abismo”, había dicho durante la campaña.