Si bien todavía no se definió qué forma tendrán las competencias de la AFA en 2023 (parece poco probable que se repita la de 2022), la propuesta que tomó estado público el miércoles está lejos de gozar de consenso absoluto. Los principales opositores a la idea de un torneo que sume equipos y/o que haga un rejunte tal entre equipos de la Liga Profesional y los de Primera Nacional para el segundo semestre son Boca y River. Racing tampoco lo vería con buenos ojos. Su atención está centrada en los torneos internacionales durante la primera mitad del año, y la mera posibilidad de no quedar entre los 10 mejores de la zona que les toque en el torneo local (y por ende tener que jugar ese torneo intermedio con los que vienen de la Primera Nacional) suena muy incómoda. ¿Podría ser considerado un descenso?

Estudiantes, Vélez y Argentinos Juniors figuran entre los clubes a los que no les cuadra mucho la nueva propuesta surgida desde Banfield.

Uno de los atractivos de esta idea impulsada por el “Taladro” es la posibilidad de aumentar la cantidad de partidos, lo que cual generaría un ingreso mayor en concepto de derechos de televisación. En otras palabras, habría más plata para repartir entre los clubes, lo cual podría incidir decisivamente a la hora de una votación. Sin embargo, también está la cuestión de cómo se haría esa repartija diferenciando entre los equipos de la Liga Profesional y los de Primera Nacional que jueguen el torneo del segundo semestre. ¿Se los tendrá en cuenta para ese reparto? Muchas preguntas surgen al respecto, así como la de qué pasará en el segundo semestre con los 27 o 30 clubes de Primera Nacional que no participen de esa competencia intermedia. ¿Jugarán solo para defender su permanencia en la categoría?

Todo está por verse. Por ahora, solo hubo reuniones, pero la idea del presidente Claudio Tapia es que para cuando empiece el Mundial, todo esté definido.