“De una sola cosa estamos seguros: no fue un hecho de inseguridad, fue un ataque”, señaló Javier Ayala mientras buscaba una explicación a la rotura de cinco silobolsas con maíz que tenían en su campo de Simbol Pozo, en Santiago del Estero. “Está claro que lo único que buscaron es provocar daño, ya que no se llevaron ni un grano”, añadió. El campo está dividido en dos partes. Una de ellas, donde reside el dueño, está en Pampa Pozo, en territorio tucumano, la otra, separada por un alambrado, en tierra santiagueña. Justamente ahí se produjo el hecho de vandalismo. “Los tipos ingresaron rompiendo un alambrado y, por las huellas que encontramos, se movilizaban en moto. Fueron recorriendo el camino y parándose en las puntas de cada silobolsa. Luego, con algún elemento filoso rompieron provocando que todos los granos quedaran a la intemperie”, comentó el productor. Se estimó que el daño causado puede generar una pérdida de unos $ 28 millones.

Los Ayala sufrieron las consecuencias de los vaivenes del país. Por el problema de la escasez del gasoil no consiguieron los camiones para trasladar su cosecha. Si la hubieran llevado ellos, habrían obtenido $ 34 millones, pero al ser la multinacional la que se hacía cargo del flete, perdieron $ 6 millones.

Las reacciones de los productores del campo no se hicieron esperar. “Repudiamos totalmente lo sucedido. Este hecho movilizó a todos los productores de la provincia porque es de una enorme gravedad. Lo que sucedía lejos, terminó sucediendo en Tucumán”, señaló el dirigente de Apronor Roberto Palomo. “Esto no es un hecho de inseguridad, fue un ataque a todo el campo. Evidentemente hay alguien que está confundiendo a la sociedad con un mensaje totalmente erróneo”, añadió el dirigente. “Estamos muy preocupados con lo que sucedió. Insisto, creemos que aquí hay una cuestión ideológica de por medio que lo único que generará una ola de violencia”, comentó.

“Se presume que estos actos no habituales entre los productores de la zona podrían ser provocados por incitaciones políticas, ya que es conocida la buena relación que tienen él y los productores con los habitantes de la zona”, aseguró el Foro de Seguridad Rural Argentina a través de Pablo Iramaín. “Trabajaremos para lograr prevenir estos hechos y solicitamos a los productores estar alertas ante cualquier movimiento de personas y de vehículos no habituales”, dice la nota enviada a LA GACETA.

“En primer lugar debemos solidarizarnos con la familia Ayala que sufrió un daño irreparable, pero también debemos exigir al Gobierno que tome todas las medidas necesarias para prevenir este tipo de ataque”, aseguró el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga. “Es un verdadero escándalo que movilizó a los productores tucumanos. El discurso de varios dirigentes está confundiendo a la sociedad. A ningún hombre de campo le gusta no vender su cosecha, si no lo hace es por alguna razón. Deben terminar los discursos que generan odio y violencia”, acotó.

“Pese a que el caso no se registró en nuestra provincia, decidimos reforzar las tareas de prevención para evitar nuevos ataques de estas características”, explicó el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa. Dijo que los hombres de la División de Delitos Rurales y Ecológicos incrementaron los patrullajes en la zona. “Estamos trabajando para evitar este tipo de situaciones que son un delito y generan preocupación entre los productores”, añadió.