SALTA.- Una consecuencia más de lo vivido durante 2020 con la pandemia por la covid-19 fue la suspensión de las festividades religiosas, entre ellas, la del Señor y la Virgen del Milagro en Salta, la segunda fiesta más grande del país, luego de la Virgen del Luján. Este año, a diferencia de los dos anteriores, los salteños y turistas que llegaron de todo el país, pudieron ver pasar a los Santos Patronos desde diferentes zonas de la ciudad por la mañana y, por la tarde, participar de la tradicional procesión que comienza a las 15 y finalizó cerca de las 20. Con esas dos modalidades se buscó descomprimir la multitud que se reunió igualmente como todos los años para caminar las 15 cuadras que separan la Catedral Basílica del Monumento 20 de Febrero, donde se realiza la renovación del pacto de fidelidad con los Santos Patronos bajo el lema: “nosotros somos tuyos y tú eres nuestro”, consiga que perdura desde hace más de 200 años.

LA CATEDRAL. El monseñor de Salta habló de una “Argentina posible”.

En la misa estacional de la mañana de ayer, monseñor Mario Cargnello dejó un mensaje agradeciendo toda la colaboración recibida desde todos los sectores para celebrar la procesión tras dos años de pandemia: “Cuando comenzó la pandemia nos preguntamos qué iba a pasar en el corazón humano en el vínculo con Dios. Todos recordamos la imagen del papa Francisco solo en la plaza de San Pedro puesto delante de un Cristo de la salud en Roma. La experiencia más fuerte es que estamos todos en una misma barca”, expresó el monseñor y agregó ante la presencia del Gobernador de Salta, Gustavo Sáenz y la intendenta de la Capital, Bettina Romero: “Parece ser que vamos saliendo de toda esta pandemia o por lo menos bajaron los casos. Esta es la respuesta. Ayer desde las 13 hasta las 4 am no pararon de pasar los peregrinos en grupos numerosos que nos desbordaron. No se puede borrar del corazón del hombre el ADN de su pertenencia con Dios. Esto que celebramos es la expresión de que Dios está en medio de nosotros. Esta es la Argentina que nace del corazón del pueblo. Esta es la Argentina posible”.

Los 23°C con cielo despejado se sintieron más fuertes en la ciudad y no opacaron la festividad aunque decenas de fieles recurrieron a cada uno de los cinco puestos de Samec en la procesión para recibir asistencia a dolencias como hipertensión, dolor abdominal, gastroenteritis y traumatismos. El sonido brinda un marco imponente que envuelve a quienes transitan por las calles de Salta Capital. Es imposible no sentir el aire casi primaveral del Milagro en el centro y macrocentro salteño. “Salimos a las calles para caminar a tu lado, Señor del Milagro como Iglesia que quiere renovar su pacto de amor y esperanza. Milagro, camino de esperanza, testimonio y fraternidad. Venimos cargados de llanto y dolor”, repiten los locutores desde los altoparlantes que transmiten la ceremonia y entre las pausas musicales.

Según el ministerio de Seguridad salteño, llegaron a la ciudad más de 89.000 peregrinos por lo que se puso en marcha un dispositivo de seguridad que incluyó al Sistema de Emergencias 911, al centro de monitoreo de Imágenes, patrullaje con la división Aerotransportada y más de 5.200 policías en seguridad integral.

Miles de personas se acercaron a las calles para ver pasar a la Virgen, primero, y luego al Señor del Milagro: “Estoy feliz de estar acá, después de dos años de no poder celebrar. Estoy muy emocionada. Vengo a pedir por mi hermana que tiene que operarse de la rodilla y por la salud de mis hijos, nietos y bisnietos. También quiero pedir por la paz en el mundo entero que está lleno de violencia”, dijo lagrimeando Marta de 75 años a LA GACETA.

PEREGRINOS DE LA FE. Según Seguridad, llegaron 89.000 fieles.

“Las procesiones han sufrido cambios a través de los años pero nunca se habían suspendido por completo como en el año del coronavirus. Fue la primera vez en la historia que no se realizó”, dijo a LA GACETA el historiador salteño Miguel Ángel Cáseres y repasó algunos cambios en el ritual que se mantiene con el paso del tiempo: “hoy las procesiones son diurnas, antes eran nocturnas. Las flores primero fueron artesanales de papel, luego comenzaron a ofrendar flores del jardín de cada uno, malvones, lidias. Y hoy día, desde 1968, las flores para el Señor del Milagro son claveles rojos, y para la Virgen, blancos”, repasó.

Peregrinos de la fe

Los días anteriores a la procesión, martes 13 y miércoles 14, se celebra el Triduo Solemne. En esos días se acercan a la Catedral Basílica de Salta cientos de peregrinos que caminan hasta 14 días para homenajear a los Santos Patronos, agradecer y pedir dones. Después de 157 kilómetros a pie, Laura Bonilla llegó a las puertas de la Catedral colmada de gozo, principalmente, a concluir una promesa que comenzó el 15 de septiembre de 2020: “En plena pandemia, mi viejo estuvo 29 días con respirador, sufrió dos paros, le ingresaron dos virus intrahospitalarios. En su peor momento, decido encomendarlo al Señor y la Virgen del Milagro. A los días salió sin ninguna secuela. Hoy pudo realizar conmigo la caminata”, dijo emocionada.

“No podés ver hacia atrás porque te chocás con los que vienen y, mirar adelante, te hace sentir que no llegás más. Lo mejor es vivir el camino en el presente”, dijo Daniela Nava Le Favi de 32 años,, becaria posdoctoral del Conicet y docente auxiliar en la UNSa en Ciencias de la Comunicación quien relató a LA GACETA, su primera experiencia como peregrina desde San Antonio de los Cobres. de la peregrinación, luego de haber estudiado por mucho tiempo esta festividad religiosa. “La vida de la inmediatez aplica solo para algunos lugares. Hay lugares sin wifi y sin redes cloacales, de donde vienen la mayoría de los peregrinos, precisamente a visibilizarse, más allá de hacer sus promesas y agradecimientos”, reflexionó.

Posteriormente a la procesión se realizan una serie de operativos en Salta para organizar la vuelta de los peregrinos a sus localidades. También, se asiste a cientos de mascotas que llegan junto a los peregrinos y que, muchas veces, se pierden durante la festividad.

Producción periodística: María Verónica Leiva.