La Justicia amplió la lista de sospechosos tras el intento de magnicidio a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y sumó una cuarta detención. Se trata de Gabriel Carrizo, señalado como jefe de la denominada "banda de los copitos", quien quedó bajo la lupa de los investigadores por su presunta relación con el ataque.
En el marco de la causa que tramita la jueza María Eugenia Capuchetti, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) llevó adelante un allanamiento en la casa de Carrizo, en la localidad bonaerense de Morón. Allí, ante los medios, la madre del joven, Stella Maris, lo desvinculó del atentado que perpetró Fernando Sabag Montiel, la noche del 1 de septiembre, en Recoleta.
“Confío en mi hijo, es incapaz de hacer algo así”, aseguró Stella Maris ante los micrófonos.
Conmocionada, sostuvo que el muchacho "no tiene nada que ver con todo esto". "Pienso que se va a hacer justicia. Solo la justicia y la verdad lo van a salvar”, señaló la mujer.
Y fue contundente cuando le consultaron si Sabag Montiel, su novia Brenda Uliarte y la tercera detenida, Agustina Díaz, habían estado alguna vez en su casa. “Jamás vinieron”, respondió Stella Maris.
La detención de Gabriel Carrizo
En la tarde del miércoles fue detenido Gabriel Carrizo, el jefe del grupo que se dedicaba a vender algodón de azúcar. Se investiga si estuvo en las cercanías de la casa de CFK en la previa del ataque.
La Justicia dispuso su arresto cuando fue a retirar su celular, que había entregado la semana pasada, a Comodoro Py.
Minutos después de las 22, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó la casa del joven de 27 años ubicada en Morón.
Gabriel Carrizo, que en las redes sociales aparecía con el nombre de “Nicolás”, lideraba el grupo de venta de algodones de azúcar: es el dueño de la máquina para hacerlos. Los investigadores conocieron, a través del celular de Uliarte, que mantuvo conversaciones con la joven de 23 años luego del ataque a la vicepresidenta.
Fuentes del caso revelaron que el sospechoso “contuvo” a la novia del tirador y que la aconsejó, durante el fin de semana que detuvieron a Montiel. De hecho, dieron juntos dieron una entrevista en Telefe en la que se mostraron sorprendidos por el atentado. Luego, Uliarte fue detenida.
En uno de los mensajes que se recuperaron de su teléfono, Carrizo habla con un tal “Checho”, a quien le cuenta sobre la situación judicial de la joven. “La hagarraron (sic) a Brenda. Hoy estuvimos con ella, encima”, advierte el vendedor de algodón de azúcar.
Los mensajes de Carrizo contra Alberto Fernández
El cuarto detenido cobró notoriedad cuando se conocieron los estados de WhatsApp en los que publicó un mensaje amenazante al presidente Alberto Fernández: “Seguro el próximo sos vos, Alberto, tené cuidado”, afirmó Carrizo, según consignó TN.
Para los investigadores, está comprobado en la causa que Uliarte y Sabag realizaron tareas de inteligencia previa. Los peritos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria buscaban en cámaras y en geolocalización de los celulares que fueron entregados por Carrizo y otros tres miembros del grupo de forma voluntaria, tras declarar como testigos en la causa en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti.
La magistrada además quería saber si Carrizo también estuvo en cercanías a la casa de la titular del Senado los días previos al atentado, incluso, el 1 de septiembre, cuando Sabag Montiel apuntó una Bersa 32 en la cabeza de la Vicepresidenta y el tiro no salió.
Carrizo, además, utilizaba cuentas alternativas en redes sociales con las que mantenía conversaciones con los miembros de la organización, algo que despertó sospechas. Los investigadores tratan de determinar si la venta de algodón de azúcar era una fachada para encubrir otra actividad. Buscan establecer cómo se sustentaban, ya que contaban con tiempo libre para realizar trabajos previos y creen que no vivían del comercio callejero de esa golosina.