El mundo adolescente recordará a Marciano Cantero por la canción “Amigos”, himno de las giras y las fiestas que empieza “no importa el lugar, si vienes o si vas…” y que hace llorar y abrazarse a los compañeros cuando sentencia “Que un amigo es una luz/ Brillando en la oscuridad/ Siempre serás mi amigo/ No importa nada más”. Otros, más románticos, recordarán “¿y dónde quedó ahora esa hermosa ilusión de regalarte a vos lo mejor de mi amor?”. Y habrá quienes se pregunten todavía en qué consistía el “lamento boliviano” de esa canción que sacudió a toda Latinoamérica que, si bien no era de “Los enanitos verdes”, llevó su sello por el mundo.

Como esos temas, la banda mendocina sembró el universo rockero con himnos como ”Luz de día”, “Tu cárcel”, “Guitarras blancas” y los característicos: “La muralla verde” e “Igual que ayer”.

Todo eso se ha de escuchar fuerte ahora. Es que Marciano Cantero -Horacio Eduardo Marciano Cantero Hernández- falleció ayer a los 62 años en la Clínica de Cuyo de Mendoza, donde estaba internado desde finales de agosto. Lo habían llevado por una afección renal y su cuadro de salud se agravó el miércoles pasado.

Situación crítica

Minutos después de que se conociera la información, su hijo Javier habló con la prensa local en la puerta de la clínica. “Por más que estoy muy triste, yo tengo 30 y estos 30 años que pude pasar con él fueron un regalo. No puedo dejar de estar feliz por el gran hombre que era y por todo el amor que le devolvieron estos días”, dijo el joven, según Infobae. “Después de la operación tuvo momentos no tan buenos. Hoy estaba mejor, pero la verdad es que la situación era crítica. La verdad es que no era muy bueno el panorama. Quiero que lo recuerden no solo como el compositor, el cantante, el artista que era, sino también como una persona maravillosa y mi mejor amigo en el mundo”, expresó al diario “Los Andes”.

“Él siempre decía en todas las entrevistas que ‘Amigos’ - por la canción - la compuso porque quería que su hijo fuera su mejor amigo, y se cumplió y él lo sabía así que eso me deja tranquilo”, completó.

De gran trayectoria en el rock nacional, Marciano estuvo al frente desde sus inicios en el mítico grupo que se convirtió en uno de los más exportables de la música argentina. En 1984, el grupo compuesto por Felipe Staiti en guitarra, Daniel Piccolo en batería y Marciano en voz, fue elegido como Revelación el el Festival de la Falda. Y este fue el impulso que necesitaba la banda para decidirse a mudarse definitivamente a Buenos Aires, con el gran objetivo de grabar su primer disco. Ese álbum incluía el tema “Aún sigo cantando”, que hizo estragos en las radios convirtiéndose rápidamente en un clásico del rock. En 1986 editaron su segundo LP, “Contrarreloj”, que extendió su popularidad y los llevó a sonar en las radios de los países vecinos. Y, en 1988, cumplieron el sueño de estar en el festival de Viña del Mar, donde se hicieron acreedores de dos “Antorchas de Plata”.

Esa decisión laboral le implicó terminar su noviazgo con Viviana, una mujer a la que había conocido en su provincia natal. Se enamoró perdidamente de ella. Pero, después, la vida lo puso en una encrucijada. “Cuando nos fuimos con Los Enanitos (a Buenos Aires) dejamos de salir porque yo tenía que seguir, pero nunca tuvimos una pelea, terminamos bien”, había recordado el compositor en una entrevista con Bebe Contepomi.

En aquella época, el contacto entre Marciano y Viviana siguió por correo. Ella le mandaba misivas que él recibía en la ciudad porteña. Estando de gira en Bogotá, un día el compositor se inspiró en esas cartas para escribir uno de sus más recordados temas: “Tus viejas cartas”. “Siempre me preguntaba por que había pasado todo lo que pasó; la letra refleja el dolor de ese momento”, había explicado el artista. La canción, que fue incluida en el famoso disco Contrarreloj de 1986, tenía una frase que quedará para siempre grabada en los jóvenes de la época cuando se preguntaba: “¿Y dónde quedó ahora, esa hermosa ilusión?”.

Cierre de telenovela

Finalmente, en 2018 Marciano y Viviana se reencontraron en la tierra del buen vino. Y pudieron darle a esa historia un cierre de telenovela. “Afortunadamente nos volvimos a encontrar y nos casamos el año pasado”, había relatado en 2020 Cantero, quien decidió radicarse nuevamente en la ciudad que lo vio crecer junto a su amor de la juventud.

En una de sus últimas entrevistas, publicada en noviembre de 2021, Marciano Cantero había anticipado sobre la nueva gira de Los Enanitos Verdes, programada para este año. También destacó su cambio de vida tras retornar de México, donde residió hasta hace algunos años.

Punto de vista

“Ha sido un motivo de inspiración”

Por Martín Saltor, voz y tecladista del grupo “Déjà vu”

“Particularmente como cantante me inspiré mucho en Los enanitos verdes. Cantero ha significado mucho para el rock nacional y un motivo de inspiración”, dijo Martín Saltor, voz y tecladista del grupo “Déjà vu”, que en mayo hizo un recital tributo a la banda mendocina. 

“Fue una de las primeras bandas que escuché y me gustó su forma de cantar. Yo comencé a los 17 con sus canciones con ‘La banda del club’. Hicimos varios clásicos, como ‘Lamento boliviano’, ‘La muralla verde’, ‘Por el resto de tus días’… y luego también con Déjà vu. Siento que tengo mucha influencia de ellos, como de Cerati y Divididos. Sus letras y su música son clásicos de nuestro cancionero popular. Son  más que un legado para las próximas generaciones”.