“Basándome en lo que se pudo ver en los medios y en las explicaciones que se dieron hasta el momento, podría decir que el operativo falló en cinco puntos”, analizó el licenciado en Administración y especialista en Seguridad, Federico Agustín Pelli, quien se refirió al desempeño de la custodia que debía cuidar de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el jueves, cuando un hombre infiltrado entre sus seguidores sacó un arma e intentó atentar contra su vida.
“La primera falla fue permitir que haya tanta cantidad de personas en la puerta de la casa la vicepresidenta. Segundo, fallaron los controles de los anillos, que debían mantener a esas personas a cierta distancia. Tercero, se falla en permitir que una persona armada pueda acercarse tanto al objetivo. Cuarto, la seguridad no es quien reduce al atacante sino que lo hace el público. Quinto, y muy preocupante, fallan en la reacción para proteger al target: no evacúan a la vice ni la encapsulan como se recomienda, el acto sigue igual”, indicó Pelli, quien además es graduado del colegio militar y participó en misiones internacionales de paz. “Todos estos factores me muestran que esto podría haber terminado de la peor manera”, agregó.
El experto subrayó que no se trata de culpar y/o despedir a quienes desempeñaron la tarea. “Eso sería cortar el hilo por lo más fino y no solucionar nada”, comentó. Señaló que se trataría de un problema cultural: “hay una mala costumbre en Argentina en la que la que la persona a custodiar no le hace caso a sus custodios; por momento actúa como su jefe. Quienes estudiamos la cuestión de la seguridad advertimos que en otros países la custodia es mucho más estricta. En un país serio, el que manda durante una cuestión así es el jefe de seguridad, por sobre el target, sin importar de quien se trate. Si algo así le pasaba a Donald Trump o a Joe Biden, el protocolo en Estados Unidos es blindar al objetivo a toda costa, si tienen que levantar al presidente y llevarlo sin su consentimiento a un lugar que consideren más seguro, lo hacen y después dan las explicaciones”.
Pelli también remarcó que lo del jueves no fue la primera cuestión alarmante que vemos en el país durante un suceso que implique a un funcionario nacional de tanta jerarquía.
“Hace tiempo que los estudiosos notamos fallas en la seguridad presidencial. Son constantes. Pensemos en que al ex presidente Mauricio Macri lo apedrearon durante un acto público. Lo mismo le pasó al actual presidente Alberto Fernández cuando visitó el sur del país. ¿En qué quedaron esos casos? En la nada”, recordó. Y en ese sentido argumentó: “en países serios, ante casos así, la seguridad actúa activamente, reprime si es necesario y los violentos son castigados por la Justicia. Aquí, al no tener eso, hay miembros de la sociedad que perciben todo lo contrario: ven que pueden ir a derribar vallados y pelearse con la Policía porque después no pasa nada, no los arrestan o bien lo hacen y luego la Justicia no los persigue penalmente”.
Pelli consideró que fue muy llamativo ver tantas fallas en un operativo de seguridad vicepresidencial. “Es increíble también que alguien que tenía la voluntad para hacer algo así (un atentado) falle en algo básico como en poder activar un arma. Creo que o era un improvisado o bien no estaba en sus cabales. Sinceramente creo que Cristina nunca vio el arma, pero sus custodios claramente sí. Es inentendible que no buscaran una salida de emergencia”, razonó.
Por último planteó: “si se mantenía el operativo que comenzó Horacio Rodríguez Larreta, sea oportuno o no, hoy no hablaríamos de esto. El público habría estado más controlado y los lugares blindados. Por cuestiones políticas el lunes se dejó la seguridad formal solo en manos de la Federal, e, informalmente, en manos de La Cámpora.”