El último informe incluido en la Guía Estratégica para el Agro (GEA), que publica semanalmente la Bolsa de Comercio de Rosario muestra que la falta de agua y el pronóstico de otro año “Niña” hará que el productor de la zona núcleo siembre más cerca del verano.

En esta región, el maíz tardío suele representar solo un 10% de los lotes, pero en esta campaña significaría un 50%.

La falta de insumos, los cultivos de trigo en malas condiciones y casi tres meses sin lluvias -y otra “Niña”- son los argumentos que se esgrimen y que funcionan a la hora de la toma de decisiones por parte de los productores y de los asesores técnicos, para definir una estrategia productiva defensiva para la siembra de cultivos de verano.

Existe una faltante de agua en los mejores suelos de la Argentina, de 100 milímetros a 150 mm, que profundiza las estrategias defensivas y que hace que parte del área de maíz temprano pase a tardío en la región núcleo.

Durante la campaña pasada se sembraron 140.000 hectáreas de maíz tardío. Y a partir del plan de productores y técnicos, se cubrirían las 830.000 hectáreas en fechas tardías. Este número representaría alrededor de un 50% del maíz total, cuando su participación, en situaciones de normalidad, suele ser menor a un 10%. Así, en la región núcleo, el área del tardío crecería seis veces respecto del año pasado.

“Esperamos que la superficie de maíz temprano sea la menor en muchos años. El año pasado hubo buenos rendimientos en los maíces diferidos y muy malos en los tempranos”, contaron técnicos de Pergamino y de Colón.