En medio de la conmoción por el intento de magnicidio a Cristina Kirchner, la jueza María Eugenia Capuchetti le tomó declaración a los testigos del hecho. Entre ellos se encuentra Javier, una de las personas que capturó a Fernando André Sabaj Montiel, el hombre que apuntó con un arma cargada a la cabeza de la vicepresidenta. 

Javier formaba parte del cordón de militantes kirchneristas que aguardaba la llegada de la ex mandataria y fue uno de los que atrapó al atacante. “No le dijo nada a Cristina pero se escuchó que gatilla. Para mi fueron dos gatillazos”, contó en declaraciones radiales citadas por Infobae.

Luego de prestar declaración ante la jueza María Eugenia Capuchetti y los fiscales del caso, Javier habló con la prensa en los tribunales de Comodoro Py y precisó que, al momento del ataque, él y otros seguidores de Cristina Kirchner realizaban el cordón humano para que la presidenta del Senado pudiera ingresar a su casa, ubicada en Juncal y Uruguay.

“Yo estaba siendo parte del cordón. Cuando le digo a Cristina que la amaba y viene hacia mi, ella me acaricia y veo por la altura de arriba de mi hombro que se asoma un brazo con un arma”, declaró a la prensa desde los tribunales de Comodoro Py.

Al percatarse de la situación, Javier se dio vuelta y agarró a Sabag Montiel tras ensayar dos gatillazos contra el rostro de la Vicepresidenta. “No sé si Cristina se dio cuenta”, aclaró. “Lo agarramos entre varias personas. Lo detenemos y le empezamos a decir ‘vos tenías un arma, vos tenías un arma’, y él decía que no. Lo tanteamos un poco y se le cae el arma”, aseguró el testigo al dar su versión de los hechos.

Cuál es la situación de Fernando André Sabaj

Fernando André Sabaj, quien tiene tatuajes vinculas al nacismo, prestará declaración indagatoria una vez que el juzgado cuente con los resultados de todas las medidas de prueba dispuestas, que incluyeron un allanamiento a su domicilio y otros lugares de interés para la causa.

El acusado fue sometido ya al examen médico legista que determinó que, en principio, estaría en condiciones de ser indagado patrocinado por un defensor oficial.

El brasileño, de 35 años, tenía 100 balas en su domicilio de la zona de San Martín. Se trata de proyectiles 9 mm (de diferente calibre al arma secuestrada), que estaban en dos cajas de 50 unidades cada una, según consignó Infobae.