- “A pesar de la visión propia del siglo XVIII sobre el mundo femenino que hay en la obra, Pamina representa a esa mujer virtuosa capaz de superarse, representa el ideal de mujer. En lo personal, encarar nuevamente este rol, con que debuté en 2011 en el teatro Colón, es de un disfrute absoluto. Además de presentar grandes dificultades musicales y vocales, es una música tan bien escrita que siempre es un placer volver a esta partitura”. Marisú Pavón, soprano
- “Interpreto la Reina de la Noche, y siempre es un desafío muy estimulante ya que es una de las piezas vocales más difíciles que se hayan escrito. Requiere una sólida técnica vocal y una gran concentración. Los personajes de esta ópera son simbólicos; toda la obra es una gran representación de las fuerzas opuestas de la naturaleza, del equilibrio entre estas y del camino del hombre hacia algo más elevado. La Reina de la Noche representa la oscuridad, y la oscuridad es necesaria en el camino para alcanzar la luz”. Laura Pisani, soprano
- “Se trata de una obra cargada de simbolismo, por lo que encarnar a Papageno implica un desafío de composición gestual y actoral. Es un personaje en cierto modo cándido, con aspiraciones e ideales más mundanos y se podría decir que hasta básicos en comparación con los otros personajes. A su vez es noble, tierno y querible. Sólo desea el amor de una mujer y su bienestar, y trata de aprovechar cada oportunidad que se le presenta para esos fines”. Sebastián Sorrarain, barítono.
- “Participar en esta hermosa producción en el rol de Tamino en los dos elencos es un gran honor. Primero, por hacer una obra tan alucinante en contenido musical, escénico, simbólico y con una profunda visión de la sociedad que se puede adaptar a la realidad actual. Segundo, por compartir escenario con artistas de primer nivel. Tamino es un desafío muy grande; y como mi primer gran protagónico de ópera es enriquecedor y placentero. Por otro lado implica un trabajo técnico y escénico significativo. El aria Dis Bildnis es conocida por ser muy fatigante para los tenores. Me siento muy identificado con Tamino: es un hombre que lucha por sus ideales con absoluta convicción”. Iván Vega, tenor
- “En un elenco interpreto a Pamina, una joven princesa, hija de la Reina de la Noche. Es complejo técnicamente porque requiere de mucha línea de canto prácticamente durante toda la ópera en un registro bastante agudo. Es un rol largo, con mucho texto. En el otro elenco interpreto a Papagena, una joven/pájaro enamorada de Papageno. Es un rol muy simpático, tierno y divertido. Si bien es muy pequeña su participación, es un rol muy querido por la belleza musical del dúo con Papageno y por la ternura de la letra. Disfruto muchísimo cantando Mozart”. Josefina Viejobueno, soprano
- “El rol de la Reina de la Noche es muy exigente vocal y técnicamente, además de tener una de las arias más conocidas compuestas por Mozart, con lo cual representa para mí un gran desafío, al igual que una oportunidad de lucimiento”. María Siñeriz, soprano
- “Es un hermoso desafío afrontar la preparación de este personaje, que es bastante cómico y terrenal en cuanto a sus aspiraciones en el desarrollo de la ópera. Técnicamente exige cierta agilidad vocal para poder cumplir con el carácter del personaje y la musicalidad de la obra”. Patricio Racedo, barítono
- “Mi personaje es Sarastro, el Sumo Sacerdote del Templo del Sol, que representa la autoridad y la sabiduría. Es uno de roles más característicos para la cuerda de bajo, cuyas dificultades técnicas radican en sus largas frases cadenciosas (evitando respiraciones intermedias), que suelen finalizar con notas graves que le imprimen dramatismo”. Marcelo Oppedisano, bajo