Escribe Oberdán Rocamora,

para JorgeAsisDigital.com

1.- El Juicio al Muerto

Para consolidar el liderazgo en el peronismo, blindar su hegemonía en la política, y tomar distancia pública del ajuste que apoya, a La Doctora le basta con el arrojo irresponsable de «La Mafia del Bien» (Editorial Sudamericana, 2018).

Conjunción de la política (que denuncia), con el sistema mediático (que multiplica). Completa el jurista enrolado (que acusa y juzga).

Extraña Mafia del Bien que desconoce el funcionamiento cultural de la sociedad que modifica. En nombre, siempre, del Bien.

Por pituquería cultural, al fenómeno clásico lo llaman lawfare.

Un circuito fascinante que deja afuera a la realidad que se subestima.

El último episodio judicial -Vialidad- lo ilustra a la perfección.

Por la utopía de creer que podían llevarse puesto a la ocasional jefa del peronismo por delitos morales y hereditarios.

A través de una denuncia de 2008, que tenía sentido porque aún vivía Néstor Kirchner, El Furia. Estadista de recaudación diaria.

Seis años después, cuando ya se trataba del Juicio al Muerto, arriba la data aportada por el ministro del gobierno posterior. Un político procesado, en campaña para ser gobernador. Pertenece a La Banda Encantadora de Patricia.

Aquí comienza a tallar un fiscal que los kirchneristas denigran por converso. Diego Luciani, Strasserita. Por la banalización de compararlo con el fiscal del Nunca más.

Estampado como el fiscal preferido de la Procuradora Alejandra Gils Carbó, Strasserita se puso oportunamente los cortos junto a otro juez involucrado y desafiante mateador. A los efectos de participar en los torneos emocionantes organizados en la Quinta del Ángel Exterminador.

El conglomerado se completó con las consignas de instalación precoz emitidas desde los Canales Uganda.

Patrióticos comunicadores de vanguardia entrevistaron invitados con cama adentro.

Solían entusiasmarse entre ellos. Convencidos de haberse situado en el buen camino. Insuficiente aún para cargarse a la asociación ilícita del peronismo que tanto daño le hace al país.

La corrupción estructural del juicio al Muerto forzaba la continuidad.

2.- Peronismo harto de ofrecer la otra mejilla

Pero el peronismo nunca va a entregar a La Doctora.

Ni siquiera van a entregarla envuelta los peronistas que la aborrecen. A los que maltrató o simplemente no valoró.

¿Cómo la van a entregar entonces los miles de peronistas que la valoran?

Pretender mantenerla presa durante 12 años por haber sido la viuda hereditaria de El Furia, e inhabilitarla eternamente para la función pública (porque tenía la obligación de saber) era una provocación solo destinada a acomodarla en la centralidad.

A consolidar la división esquemática de la interpretación de la historia como lucha de los mellizos.

El peronismo y el antiperonismo. Conflicto generado en los 40 que mantiene su inquebrantable vigor.

En sus casi ocho décadas de historia, el antiperonismo derrocó trágicamente al mellizo peronismo con dos golpes de estado.

El facto de 1955, La Libertadora, y el Proceso Militar iniciado en 1976. Cuando se cargaron a la señora Isabel Martínez por un cheque miserable de la Cruzada de Solidaridad Justicialista.

Con la democracia recuperada en la derrota, desde 1983 el mellizo venció tres veces al peronismo a través del otro partido popular, la Unión Cívica Radical.

Con Raúl Alfonsín, El Providencial, en 1983. En 1999 en la coalición de centro izquierda con Fernando De la Rúa, El Radical Entregado. Y en 2015 en la coalición de centro derecha con El Ángel Exterminador.

Desde 2019 existe un gobierno peronista que tambalea. Un peronismo tan raro y extraño como la propia La Mafia del Bien.

Donde la vice vale más que el presidente. Donde el ministro de Economía trata de salvar al país del naufragio. Donde el Premier se encarga del ejercicio cotidiano del poder.

Para salvar los trapos de un estilo de gobierno a la bartola que desperdició 30 meses y se desmembraba entre papelones que lo transformaron en un divertimento mediático.

El peronismo está harto de ofrecer, a cada castañazo, la otra mejilla.

Es peronismo deprimido, contenido. Como si pidiera perdón por existir.

Un peronismo que no merecía su pasado.

Al que La Mafia del Bien se lo llevaba puesto con un juicio al Muerto y un par de WhatsApp.

Bastaba entonces para transformar la realidad (y acabar con la corrupción del peronismo) con los liberales ejemplares de recetario televisivo que desde los canales Uganda brindaban cátedra de superioridad moral.

Entrevistados de recitación precoz que se apretujaban en las mesas ampliadas de los Uganda para erigirse, de manera indirecta, en los verdaderos promotores de la epopeya «Doctora 2023».

3.- Desplazamientos. Ahora Larreta

Se sospechaba. Si Mauricio era el candidato de Juntos, La Doctora iba a ser la candidata de Todos.

Gran competencia entre las dos ofertas emblemáticas del pasado.

El gobierno que se derretía asumió como rival a Mauricio.

Pero repentinamente, a partir de la represión selectiva de la policía de la ciudad sitiada, se instaló con fuerza Horacio Rodríguez Larreta, el Mairie de Buenos Aires, Geniol, el adversario real que tiene fierros de verdad.

La figura de Larreta creció mientras simultáneamente trascendía que el operativo retorno del Ángel era una fábula.

En efecto, al Ángel Exterminador no se lo nota demasiado convencido de jugar el Segundo Tiempo.

Está políticamente con menos fierros que en 2015. No cuenta ni con las extravagancias teóricas del pensador Jaime Durán Barbas, El Equeco.

Ni siquiera con la construcción personal de Marcos Peña, El Pibe de Oro, ideal para responsabilizarlo de cualquier error.

A la ausencia de ideas, se le agrega la ausencia de dinero.

Es sabido que ningún político pone nunca «de la suya». Se pone, en general, la de la gestión.

Y cuando no hay gestión debe confiarse en los filántropos que supieron quemarse con la leche derramada.

Trasciende, además, la triste falta de pago. Deudas de la campaña de 2019, de las que nadie quiere hacerse cargo.

Aluden hasta a las facturas por las boletas. Impresentables vergüenzas menores que no comienzan a saldarse.

Se descuenta apenas la candidatura del otro Macri.

Es Jorge, El Primo (que era) Pobre. Se apunta para sucederlo a Geniol en La Mairie.

En la congregación, Boga Macri tiene apoyos superiores a los de Martín Lousteau, El Personaje de Wilde, crédito del tradicional caudillo radical Emiliano Jacobitti.

Para estupor de Patricia, la Montonera del Bien, de Facundo, Cisura de Rolando, y del Ángel indigente, es Larreta el único que capitaliza el error de cargarse a la jefa del peronismo a través del Juicio al Muerto.

La Mafia del Bien facilitó al final la proyección de Larreta. Es el Gran Halcón de Juntos que se atreve a duchar multitudes vestidas con sus camiones hidrantes.