FLORIDA, Estados Unidos.- Llegar y quedarse, vivir, experimentar y lanzarse más allá. Es el nuevo plan de la humanidad para la Luna. Artemis, el nuevo programa de la agencia espacial estadounidense (NASA), pondrá hoy en marcha ese sueño de llevar seres humanos de regreso a la Luna y viajar luego a Marte.
El plan más ambicioso de la NASA para explorar la Luna comenzará hoy, si el clima acompaña, con la misión Artemis I que ya está en la plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral, en la costa este de Estados Unidos, y tendrá una duración total de 42 días, tres horas y 20 minutos.
Artemis I será la primera prueba de vuelo sin tripulación, que prepara el camino para establecer la presencia humana a largo plazo en el satélite.
Un límite para poder partirSe espera que asistan más de 100.000 personas al lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, para sentir el estallido y la “vibración en el pecho” del cohete más poderoso de la historia, según describe Pablo de León, científico argentino que trabaja en ese organismo estadounidense.
“La misión es parte de un programa más grande de la NASA y marca el retorno a la Luna”, explicó De León a la agencia Télam, desde Dakota del Norte, donde dirige el Laboratorio de Vuelos Espaciales Tripulados.
El ingeniero aeroespacial detalla que las misiones del programa Artemis van a propiciar estadías prolongadas que van a terminar con el establecimiento de bases permanentes.
Tuvieron que pasar 50 años desde la última vez que un hombre caminó por nuestro satélite, en 1972, para que la NASA creara la continuación del programa Apolo y lo bautizara Artemis en honor a Artemisa, hermana gemela de Apolo y diosa de la Luna, la caza y la naturaleza en la mitología griega.
Un viaje de 450.000 kmEl programa Apolo convirtió en 1969 a Neil Armstrong en el primer ser humano en pisar la Luna. Ahora, la NASA buscará llevar, en 2025, a la primera mujer y primera persona de color.
“El programa Artemis permitirá probar las tecnologías que van a servir para la exploración tripulada de Marte, que es el otro gran objetivo”, continúa De León, quien es investigador en la NASA hace más de 30 años. Y detalla: “La Luna, como está a tres días de la Tierra, y no a casi un año como Marte, va a permitir probar tecnologías, muchas de ellas críticas, cerca de casa”.
“Ya lo hicimos con el programa Apolo, pero en ese momento el objetivo era solo llegar, y ahora no queremos solo llegar, sino queremos llegar y quedarnos, vivir, hacer experimentos”, dice Carlos García Galán, un ingeniero español que trabaja hace 16 años para la agencia espacial norteamericana y está involucrado en las nuevas misiones.
Es el tiempo de las mujeresRaúl Kulichevsky, director ejecutivo y técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), confirmó que el objetivo, ahora es volver a la Luna, “pero como un paso intermedio hacia la exploración a la posibilidad de que el hombre pueda vivir en otros planetas”.
“Más allá de todos los desafíos tecnológicos, hay muchísimo para estudiar cómo va a reaccionar el organismo del ser humano al vivir de manera permanente en condiciones de ingravidez”, añade el ingeniero aeronáutico.
El objetivo no es sólo utilizar a la Luna como trampolín a otros planetas, sino explorar recursos para producción de oxígeno y agua que podrían ser necesarios para esos viajes. “La minería espacial es algo que hace mucho que se viene pensando, y la Luna es el elemento más cercano que tenemos”, amplía De León.
Artemis I es la primera prueba integrada de los sistemas de exploración del espacio profundo de la NASA: la nave Orion, el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial y los sistemas terrestres en el Centro Espacial Kennedy, que mantendrán comunicación a medida que la nave se desplace rumbo a la Luna.
Artemis I: misión al espacioOrion volará más lejos de lo que jamás haya volado ninguna nave espacial construida para humanos, más que el récord de distancia del Apolo 13.
Para el despegue, se utilizará el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), el cohete más poderoso de la NASA con una altura 98 metros y que marca “un antes y un después en todo lo que es la actividad espacial internacional”, considera Kulichevsky.
Se espera que el lanzamiento sea impresionante. “El lugar más cercano que podés estar del cohete es a tres millas (unos 5 kilómetros), por la onda de choque y el sonido, precisa De León. “En el momento del despegue, se siente la vibración en el pecho que entra en resonancia con el cohete, es una sensación indescriptible”. (Especial)