"Realmente, las preguntas han sido abrumadoras en estos últimos días". Con esa frase, el médico pediatra Guido Torres Busquets cuenta lo que ha sucedido en los consultorios infantiles luego de que el Gobierno nacional habilitara la vacunación contra la covid -19 en bebés desde los seis meses y hasta los tres años, el único colectivo que aún no estaba contemplado. "Lo primero que les contesto a los padres, es que tanto los niños como los adolescentes pueden enfermarse gravemente a causa del coronavirus; incluso, hubo muertes. No es una infección que no los afecta, como en algún momento se creyó", añade.
Lo segundo que el doctor enseña es que la vacunación no evita el contagio, pero sí el desarrollo de formas graves, como el síndrome inflamatorio multisistémico, que provoca inflamación en el cuerpo y en los órganos. Sus síntomas son dificultad para respirar, dolor en el pecho e incapacidad de despertarse o permanecer despierto, entre otros.
En tercer término, destaca que la vacuna del laboratorio Moderna -que es la que se está empleando para esta población- provoca pocos efectos adversos y durante unas 24 o 48 horas, a lo sumo. "Puede dar tos; dolor en la cabeza, en los músculos o en las articulaciones; algún problema para concentrarse momentáneamente y quizás fiebre. Estos efectos resultan más notorios en los adolescentes que en los bebés o niños", describe.
Enseguida pone en la balanza los síntomas que puede dejar el coronavirus, los cuales duran hasta meses e incluyen sensación de angustia; limitación en las actividades físicas y sociales; dificultades en la salud mental y ausentismo escolar, por citar algunos.
La campaña de inmunización a partir de los seis meses consta de dos dosis con un intervalo y comenzó a principios de agosto. A través del Consejo Federal de Salud se acordó priorizar la colocación en los menores que tienen inmunocompromiso o enfermedades crónicas. Sin embargo, se le dio carácter universal. "La vacunación está diseñada para todo el mundo. No obstante, los pediatras hacemos hincapié en los chicos asmáticos, diabéticos, obesos y con un tipo de anemia", ahonda Torres Busquets.
- Los niños y niñas que ya tuvieron covid, se pueden vacunar?
- Sí, por supuesto. En la Argentina se opta por demorar unos 90 días la aplicación. Es decir, se posterga unos tres meses porque se sabe que tras un contagio se forman anticuerpos.
- ¿Se puede usar la vacuna de Pfizer para los bebés?
- No. No ha llegado a nuestro país esa dosificación para niños pequeñitos.
- ¿Existe riesgo de miocarditis y pericarditis?
- Se ha visto inflamación del músculo cardíaco y de la membrana que lo recubre en chicos de 12 años en adelante. Y la mayoría de quiénes han experimentado este problema se han recuperado.
- ¿Las vacunas contra covid se pueden recibir junto a otras?
- Sí. Es muy importante no retrasar las vacunaciones de rutina. No hay evidencia de que sea contraproducente la vacunación en continuado. No hay que perder nunca la oportunidad de vacunar a nuestros hijos.
- ¿Se han registrado chicos muertos?
- De forma directa con la vacunación, no. Y en general, con ninguna vacuna.
Pero así como las vacunas no provocan muertes, el coronavirus sí lo hace, tal como ha mencionado el pediatra. Aunque las probabilidades indican que cuanto más joven es el paciente menos posibilidad tiene de sufrir un cuadro complicado, eso no implica que el riesgo sea cero. El informe "Niñez/Adolescencia y COVID-19", del Ministerio de Salud de la Nación, revela que hubo unas 200 muertes en menores de 20 años en los primeros seis meses de 2021.
"La inquietud de los padres es compartida por la comunidad médica", reconoce el doctor Gustavo Costilla Campero, infectólogo y jefe del Servicio de Infectología del Hospital Padilla. No obstante, enseguida proporciona algunos de los motivos que llevan a él y a sus colegas a recomendar la vacunación. Al igual que Torres Busquets, aclara que sí hay un riesgo de gravedad en los niños. "Y ese riesgo se puede reducir con las vacunas", simplifica. Luego apunta que la vacunación en niños y en adolescentes sirve para frenar probables olas de contagio, especialmente de nuevas variantes. Y por último dice que un mayor porcentaje de población vacunada garantiza una disminución de fallecimientos adicionales en mayores de 60 años.
Años atrás, también hubo desconfianza cuando apareció la vacuna contra la gripe A. El temor resultaba y resulta comprensible: por lo general, las investigaciones de las vacunas duran entre cinco y 10 años. En cambio, en estos dos años de pandemia hemos visto fases de estudio veloces. "No tenemos respuestas a largo plazo, pero sí muchos equipos científicos trabajando en lo mismo y viendo qué hacer. No debemos tenerle miedo a los efectos adversos. Con un paracetamol, ceden", razona la neumonóloga infantil Nora Mamaní, durante una charla con este diario.
Juan Manuel Castelli, subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, agrega que la irrupción de las variantes del coronavirus y el cambio en las medidas de aislamiento hicieron que más niños adquirieran la infección. Además, afirma que las dosis de Moderna pueden usarse como refuerzo para los chiquitos de tres y cuatro años que recibieron el inmunizante de Sinopharm.
"La vacuna pediátrica de Moderna tiene la misma formulación que la dosis administrada a mayores de 12 años, pero con menos microgramos. Se trata de concentración menor. Y si bien no evita la transmisión, tiene un impacto sobre ella", precisa, en declaraciones recientes a diarios de Buenos Aires.
Ante una consulta de LA GACETA, la doctora Gabriela López Romano -de la sala de enfermedades Infecciosas del Hospital del Niño Jesús- recurrió a un libro escrito en una ocasión por Angela Gentile, infectóloga pediátrica, epidemióloga y asesora del Gobierno nacional, titulado "Covid-19: desafíos para el pediatra". En ese manual, se explican las características clínicas de la enfermedad en los menores, se dedica un capítulo completo al síndrome inflamatorio multisistémico y se detallan las características de las vacunas.
En otro tomo emitido recientemente por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y citado por López Romano, se indica que desde el inicio de la pandemia y hasta el pasado 4 de octubre se habían notificado en nuestro país 192.000 casos sospechosos en menores de 18 años. La media de edad fue de 13 años. Casi el 6 % de esos reportes se verificó en bebés. Recientemente, la SAP instruyó a los pediatras para que indiquen la vacuna.
En conclusión, por estas semanas los pediatras cumplen un rol clave para el control de la covid-19. Se sabe que una enfermedad pasa a estar dentro del ámbito del control cuando se completa la inmunización de todo el ciclo de vida. Por ello, también son necesarias. "Es la única salida para terminar con esto", concluye Torres Busquets.