Los cómics y las series nos enseñaron desde chicos que, para que pueda haber un final feliz, siempre es necesaria una figura destacada. Un salvador. Un superhéroe. Algunos con poderes sobrenaturales, otros agraciados por la inteligencia, el poder adquisitivo o la astucia; lo cierto es que todos buscan un bien común, la tranquilidad y felicidad de la sociedad.
Atlético tiene a los suyos. Algunos sobresalen más que otros. Están los de aquí, los que llegaron con el cartel de salvadores tatuado en la frente y los que en silencio también aportan lo suyo. Sin todos ellos, este presente no sería posible. Pasan las fechas y Atlético sigue sorprendiendo a propios y extraños. Aunque cada vez menos. Poque juega bien, gana bien y con autoridad. En una mutación casi mágica y difícil de explicar, el “Decano” se ganó el respeto de todos los que desde hace varias fechas lo miran desde abajo.
Tras el triunfo sobre Barracas, ¿cómo quedó Atlético Tucumán en la tabla?Por eso, ya es hora de que dejemos de hablar de éste fenómeno como una sorpresa o una novedad. Consumadas 15 de las 28 fechas (más del 50% del torneo) es el líder y cada vez deja menos dudas. El tipo de juego del equipo de Lucas Pusineri puede llegar a ser fácil de predecir, pero resulta muy difícil de contrarrestar. Defiende bien y ataca mejor.
Ramiro Ruiz Rodríguez es un rayo en el ataque. Indescifrable cada vez que agarra la pelota con campo para recorrer. Y aunque los rivales saben que es la gran apuesta del equipo de “Pusi”, no encuentran el antídoto necesario para controlarlo.
Atlético juega a eso, sin misterios. Transiciones rápidas y punzantes con triangulaciones que generalmente inician en Joaquín Pereyra, que juega con galera, bastón y un as bajo la manga. Cuando el “22” muestra su varita mágica, cualquier cosa puede pasar.
Anoche no habían transcurrido 10 minutos y Barracas ya no quería jugar el partido. Maximiliano Gagliardo demoraba, Iván Tapia hacía lo propio. Entre el aliento ensordecedor y la presión del equipo local, la visita se declaró inferior y trato de aferrarse, en vano, al 0-0.
En la analogía superhéroe-jugador, “RRR” por sus características puede ser “Flash”, Guillermo Acosta y Renzo Tesuri tienen la astucia del Chapulin y en el fondo la terna Carlos Lampe, Bruno Bianchi y Manuel Capasso forman parte de la Liga de la Justicia.
“Supermanu” y Bruno son una muralla, el arquero una garantía. El resto de sus compañeros están lejos de ser actores secundarios. Todo importantes y comprometidos.
Más puntero que nunca, Atlético Tucumán le pegó un baile a Barracas y lo goleó 4 a 0Además este Atlético tiene un técnico que demostró que sabe leer mejor que nadie los momentos y acierta en casi todo. “Pusi” mandó a la cancha a Cristian Menéndez, “Polaco” respondió con un golazo de chilena y una asistencia. Sin Ramiro Carrera incluyó en el equipo a Eugenio Isnaldo y el volante cumplió. Todos plenos.
El gol de “Flash” a los cuatro minutos del complemento terminó el partido. Siendo siempre injustos, lo único que se le recriminaba al equipo era la falta de efectividad, pero anoche casi que no dejó caer migas al suelo.
Si ya hasta entonces era una fiesta, qué decir después de la delicia de Pereyra en el 3-0 y de la absoluta locura de Mateo Coronel en el 4-0, con un bombazo de 70 metros que desafía la lógica. Ni viéndolo varias veces se puede creer lo que hizo. Qué mejor manera para cerrar una noche inolvidable, la primera del torneo en la que Atlético ganó la partida con póker. Nada menos que contra Barracas Central, el “equipo del comisario”, y justo en la previa de la visita del domingo contra Boca. A La Bombonera, el “Decano” llegará consolidado como puntero, ya que el empate de Gimnasia ante Aldosivi le permitió estirar a tres puntos su ventaja sobre el “Lobo” y a cinco sobre Huracán y Argentinos Juniors.
Como hacía mucho tiempo no pasaba, anoche en el Monumental no hubo tensión ni nerviosismo. Al contrario, reinó la tranquilidad y la felicidad. Era de esperarse, porque los superhéroes se mudaron a Tucumán. La ciudad está en paz y con su equipo en lo más alto.