La inflación que atraviesa la economía impacta a diario en los argentinos y siete de cada 10 cree que descenderá de clase social en los próximos meses. A esa conclusión llegó un estudio de la Escuela IDAES de la UNSAM (Universidad Nacional de San Martín), que indagó sobre las el impacto que provoca la escalada de precios y las perspectivas que tiene un sector de la población sobre su futuro.
Inflación: una canasta cada vez más caraSegún publicó Infobae.com, entre los principales puntos del análisis se destaca que el 83% de las personas encuestadas aseguran que tuvo que tomar medidas de ajuste frente a la inflación, mientras que el 82,6% afirmó que “habla mucho con su familia” sobre los aumentos de precios.
Un 69% de las personas manifestó que creen que van a bajar de clase social en los próximos meses y un 65% expresó estar de acuerdo con la afirmación de que “no hay tema más importante que la inflación”.
“El ajuste en las economías familiares, la desorganización de la vida diaria y el temor al desclasamiento gobiernan de manera transversal la experiencia y el humor social frente a la inflación. En términos de demanda política se traduce en dos tendencias: un consenso social anti-inflacionario de corte fiscalista, instalado entre votantes opositores al gobierno del Frente de Todos, avanza sobre su propio electorado”, apuntó el estudio de la Escuela IDAES.
La Argentina enfrenta una aceleración inflacionaria“Al mismo tiempo, el núcleo más leal de los votantes del oficialismo adhieren a un consenso social anti-inflacionario de corte distribucionista. Los primeros días de Sergio Massa frente al Ministerio de Economía transcurren buscando la fórmula mágica que resuelva la cuadratura del círculo en que se ha convertido la base social del Frente de Todos en el contexto de alta inflación”, sostiene el documento difundido por la UNSAM.
Además, el informe señaló que la inflación se refuerza como proceso que impacta en los bolsillos, en el orden cotidiano, en el tiempo dedicado a los vínculos y en las relaciones afectivas. La inestabilidad y el desajuste constante entre ingresos y gastos generan desorden: el 78,6% siente que es muy difícil organizarse con los gastos diarios y el 70,7% admite tener que dedicar más tiempo que antes a la búsqueda de precios.
El Gobierno afronta una nueva meta: evitar una hiperinflación“La omnipresencialidad del fenómeno inflacionario hace que también sea un tópico que altera lo doméstico: el 82,6% siente que se habla mucho en familia sobre los aumentos de precios, 7 de cada 10 personas reconocen que la falta de dinero genera fricciones. La preocupación por el futuro de los precios alcanzaba al 83,8% de los argentinos”, refirió el IDAES.
La encuesta reveló también que hubo una suerte de “adaptación forzada” de la sociedad al proceso inflacionario, que hizo que 83% de la población relevada haya tenido que tomar alguna medida de ajuste doméstico que refleja un empeoramiento de sus condiciones de vida. Un 48% de las personas aseguró que tuve que dejar de pagar cuentas, facturas o boletas, mientras que un 46% afirmó que tuvo que pedir dinero prestado.
Inflación récord en julio: qué pasará en agosto con los precios en Argentina“La perspectiva de futuro es poco alentadora: la mayoría tiene incertidumbre sobre lo que va a pasar, pero certeza de su desclasamiento. Un 62% de las personas encuestadas respondió afirmativamente a la proposición “no puedo pensar en el futuro”, y un 69% aseguró creer que va a bajar de clase en los próximos meses”, apuntó el estudio.
“En un contexto de inflación creciente todos pierden. El tema es quién pierde más. Primero pierden los que ven afectado su poder adquisitivo. Trabajadores y jubilados ven cómo el ritmo del aumento de los precios es mayor y más veloz que los aumentos de los ingresos. Le siguen los más vulnerables: desempleados y jóvenes. Los ganadores, en cambio, se concentran para las personas encuestadas en dos actores: las empresas extranjeras y la oposición”, concluye la encuesta.
Para los consultados, la inflación se impone como prioridad para la gestión del Gobierno, una preocupación que deja atrás otros problemas como la inseguridad, agenda que suele ser prioritaria. Según el 65% de las respuestas, “no hay tema más importante que la inflación”, mientras que para el 41%, reducir la inflación debe ser la prioridad del Gobierno.