El cierre del clásico entre Racing y Boca tuvo una jugada polémica. El volante ofensivo de la "Academia", Jonathan Gómez, tocó la pelota con su mano dentro del área, cometiendo un clarísimo penal. El árbitro Fernando Rapallini recurrió al VAR para chequear la jugada, pero no sancionó la pena máximo y dio por finalizado el encuentro.