“Tenemos el desafío de crear el mundo que viene”, rezó una de las diapositivas que presentaron ayer los impulsores del programa Conscientes (una iniciativa de la empresa Maderplak) en un bar del ex Mercado de Abasto. No es una frase hecha; el público que asistió a la charla es docente: todos ellos están interesados en la edición 2022 del proyecto, que tendrá como centro en su primera etapa a los estudiantes. ¿Objetivos? Educar ambientalmente y que los alumnos presenten propuestas sustentables para el futuro. La mejor idea será premiada. Pero -dicen los organizadores- el valor real va más allá de la recompensa: se trata de crear conciencia, animar a las nuevas generaciones y empoderarlos ambientalmente.
La primera edición de Conscientes (2021) fue un éxito: alumnos de todo Tucumán aprendieron cómo hacer “bombas” de semillas, que luego fueron dispersadas en los cerros desde al aire y en los senderos. Este año, la propuesta es un poco más ambiciosa y participarán también instituciones de Salta. Para eso se convocó a los docentes de escuelas y colegios a participar ayer de un desayuno, para presentar la propuesta a los centros educativos.
Gran interés por hacer algo
Conscientes 2022 tendrá tres acciones: educar, limpiar y restaurar. La primera de ellas es la que incumbe 100% a las instituciones: las que deseen participar (serán cerca de 30) tendrán que elegir un grupo de aproximadamente 10 alumnos para asistir a una gran jornada motivadora el 31 de este mes en el Hotel Sheraton.
Como la educación es la columna vertebral de Conscientes, en la reunión todos los estudiantes escucharán experiencias y soluciones de algunos representantes en materia ambiental. Habrá invitados de Tucumán, de otras provincias y de otros países; ahí empezará el trabajo. Quienes vayan tendrán la tarea de luego expandir los conocimientos en sus respectivos establecimientos, para cranear juntos una idea sustentable para Tucumán. “Buscamos, este año, congregar a todos los alumnos en un mismo lugar, y darles una experiencia formativa desde lo aspiracional. Sabemos que hay una urgencia climática, y que muchos de ellos no son conscientes, pero no queremos dar un mensaje apocalíptico; queremos mostrar que haciendo cosas se puede generar un gran cambio”, explicó Patricia Cerrizuela, que está a la cabeza de la organización del evento y destacó: “queremos mostrar que la sustentabilidad no es solo narrativa”.
Los docentes, por supuesto, escucharon con gran interés. Lo que pasa es que esta es una gran oportunidad para seguir profundizando los conocimientos ambientales y para unificar esfuerzos, quizá, entre colegios y escuelas.
Paula D’Orta, directora del Colegio de los Arcos, comentó que ellos ya participaron en la edición anterior (fueron una de las tres instituciones ganadoras) y que se vio mucho compromiso en el alumnado. “Armamos las bombas de semillas al sol; tuvimos que poner mesas al aire libre... participó todo el colegio -dijo-; y hasta recogíamos las semillas de los árboles nativos en campamentos. Los chicos se re prenden en estas acciones. Son esponjas; y hay que aprovechar eso”.
“Me parece una propuesta excelente. Es muy bueno que podamos llevar conciencia a un pueblo -aportó el profesor Daniel Sentellan, docente de la escuela Técnica Nº1 de Río Seco-; esta es la primera vez que vamos a participar. Nos enteramos por los medios y justo se da la casualidad que estamos en el mes del árbol, y estamos trabajando sobre eso; estaría bueno poder incluir el programa en la escuela, y que podamos crear consciencia desde allí”.
En su institución -a la que asisten cerca de 500 estudiantes- ya se están tomando acciones a nivel ambiental con los estudiantes y con algunas empresas. “Se ve a los alumnos interesados en el ambiente; se está comenzando a generar ese cambio”, aseguró.
Alcances, premio y lo que sigue
“Todas las charlas van a quedar grabadas. Si los chicos luego llevan a sus colegios los conocimientos aprendidos el 31, calculamos que al menos 25.000 estudiantes van a escuchar y a interesarse en generar una propuesta sustentable -comentó Damián Rivadeneira, gerente de Maderplak-. La idea es que los alumnos que asistan a las charlas se conviertan en “embajadores” o “influencers” ambientales en sus escuelas. El premio es un viaje de estudios a Bariloche para la división que resulte ganadora; habrá un jurado de notables para decidir”.
Los ganadores deberán ser del cuarto año de secundario. “El viaje está pensado para ellos, porque todavía tienen dos años más de estudio. Nos interesa que, más allá del premio, puedan implementar los proyectos de sustentabilidad”, aseguró Rivadeneira.
La ciudad -contaron- fue elegida no por ser un destino para viajes de egresados, sino por la posibilidad de que los alumnos puedan vivir una experiencia de estudios cerca de la naturaleza, asistiendo a parques nacionales. Ese no es el único premio: el docente a cargo del proyecto ganador -explicó Rivadeneira- recibirá una orden de compra para la realización de un curso de formación digital”.
Una vez terminada la acción de educar, Conscientes convocará voluntarios para realizar la segunda parte del proyecto: limpiar el cerro San Javier. Cerca de fin de año, llegará la tercera y última etapa, en la que podrán participar también los estudiantes. “Vamos a generar un bosque nuevo en una zona hoy deforestada, a un kilómetro y medio del Cristo de San Javier. Vamos a cercar tres hectáreas y vamos a plantar 2.800 árboles nativos”.
Cómo participar
Para el evento del 31 de agosto, Conscientes espera recibir a cerca de 650 alumnos de 30 escuelas y colegios. Las instituciones interesadas en participar todavía pueden inscribirse, enviando un correo a patricia.cerrizuela@gmail.com.