Brian Andrada salió del vestuario visitante del “Hilario Sánchez” con una sonrisa gigante. Acababa de mostrar su mejor versión desde que llegó a San Martín, estaba pleno y no podía ocultar lo que sentía. Tampoco pretendía hacerlo.
Desde que llegó a La Ciudadela, el extremo esperaba tener una chance para mostrar que no se habían equivocado en confiar en él. Por eso, su ingreso en el entretiempo contra los sanjuaninos resultó un placer. “Puede ser que haya sido mi mejor partido en el club. Pero también me tocó jugar más minutos, todo un tiempo; tuve mucho contacto con la pelota y pude tener más espacios y aportar el desequilibrio que siempre me pide Pablo (De Muner)”, dice en diálogo con LG Deportiva, aún con la sonrisa grabada en su rostro.
El mendocino tuvo su mejor producción en Cuyo. Fue uno de los responsables de que San Martín cambiara la cara que había mostrado en el primer tiempo, generó peligro sobre el arco rival cada vez que tocó la pelota y tuvo participación en los dos goles que coronaron una victoria clave para el “Santo”. “Siempre me preparé para aportar desde el lugar en el que me toque. Sean 10, 20, 45’ o todo el partido, yo sé que tengo que tratar de serle útil al equipo. Gracias a Dios en este último partido pude ser importante. Por eso me fui feliz”, asegura, intentando recalcar que en Bolívar y Pellegrini se siente pleno; y está convencido en que podrá seguir rindiendo de acuerdo a las circunstancias. “Para mí siempre fue un sueño jugar en San Martín y gracias a Dios lo estoy cumpliendo. Esto muy contento y cómodo en este club y quiero aprovechar cada chance que se me presente”.
Que San Martín haya podido ganar por primera vez en un estadio que siempre le había resultado complicado, que el equipo haya cortado la seguidilla de empates jugando lejos de casa y que haya podido aprovechar el empate de Belgrano contra Independiente Rivadavia, son motivos de sobra para que en La Ciudadela festejen. Pero Andrada aporta más. “Hacía mucho que no ganábamos como visitante y veníamos de dos empates consecutivos. Por eso esta victoria fue fundamental. La estábamos esperando y trabajábamos con todo para poder lograrla”, explica y va un poco más allá. “Hay que seguir con las mismas ganas y el mismo hambre; queda mucho camino por delante y aún tenemos que luchar mucho para lograr el objetivo que todo este grupo desea”.
En San Juan, jugó 45 minutos; lo máximo que pudo completar de corrido el delantero que lleva 119 minutos vistiendo la camiseta “santa”. Pero así como pretende seguir luchando por el sueño grupal, aspira a ganarse un lugar en el equipo y poder ser importante en lo que sabe hacer: vértigo y desequilibrio por las bandas.
Chaco For Ever será el nuevo escollo en el camino a la gloria; por eso, el “petiso” planta bandera. “Queremos ganarles. Para nosotros es clave sumar otra victoria consecutiva. De ahora en adelante tenemos que tratar de ganar y ganar; sólo eso nos permitirá llegar con chances a la última fecha del campeonato”, avisa, intentando seguir la premisa general de no mirar puertas afuera. “Nosotros no debemos pensar en Belgrano. Tenemos que pensar en nosotros, en tratar de jugar bien y de ganar los partidos. Si logramos eso, lo demás pasará a ser secundario. Estoy seguro”, remata Andrada, ese que se siente pleno en San Martín y que busca la gloria ante todo.