Latinoamérica tiene la prevalencia más alta de enfermedades crónicas no transmisibles en comparación con otras regiones del mundo, condiciones que son prevenibles a través de medidas de autocuidado de la salud y un estilo de vida saludable.

Se estima que alrededor del 57% de la población adulta de la región (302 millones de habitantes) tiene sobrepeso y el 19% (100 millones de personas), obesidad. Estas condiciones favorecen el desarrollo de enfermedades crónicas que representan inversiones millonarias de los sistemas de salud para su tratamiento. Además, causan el 30% de mortalidad en la región por enfermedad cardiovascular, diabetes, hipertensión y enfermedad renal crónica, de acuerdo con datos publicados en la revista médica británica The Lancet.

Particularmente, en Argentina, la prevalencia de exceso de peso (sobrepeso + obesidad), según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (realizada en 2018 y presentada en 2019), fue de 62%, comparativamente superior al relevamiento de 2005, que dio 58%. La tendencia se mantuvo en ascenso en relación con encuestas anteriores.

Y si sumamos la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedad renal crónica en nuestro país, según el último informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación correspondiente al año 2020, la cifra alcanza a unos 112.500 individuos, que representa el 32% de los decesos por causa definida según la autoridad sanitaria.

Responsabilidad

Ante este panorama, el autocuidado, definido por la Organización Mundial de Salud (OMS) como “la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y afrontar enfermedades o discapacidades con o sin la ayuda de un proveedor médico”, es cada vez más relevante, especialmente a partir de la pandemia de covid-19.

La Cámara Argentina de Medicamentos de Venta Libre (Capemvel), en el marco del Día Internacional del Autocuidado de la Salud, que se conmemoró recientemente (24 de julio), hizo un llamado a promover la práctica del autocuidado en Argentina.

La clave de esta práctica se encuentra en la responsabilidad de las personas de propiciar y desarrollar conductas saludables, como una mayor actividad física, alimentación sana y manejo del estrés, y de hacer un uso responsable de productos de autocuidado de la salud. Esto es el acceso a medicamentos de venta libre para resolver dolencias pasajeras y conocidas, y que se toman durante el tiempo especificado en el prospecto. Y si los síntomas persisten o empeoran, se debe ir a la consulta médica.

“Un analgésico en bajas dosis para el tratamiento de dolores de cabeza, resfríos, dolores menstruales, una sal antiácida o un pediculicida, son todas alternativas de venta libre a las que la gente accede para resolver temas puntuales y pasajeros. Sería costoso e ineficiente para el sistema de salud hacer una consulta médica en cada uno de estos casos. La gente es responsable y sabe acudir a estos productos que seguramente contribuirán a su autocuidado y a mejorar su calidad de vida”, afirmó la doctora. Jimena Worcel, directora médica de Capemvel.

“Estas decisiones forman parte de lo que llamamos ‘automedicación responsable’, donde la gente reconoce condiciones menores que padece y toma decisiones para sentirse mejor. Diferente es el caso de la ‘autoprescripción’, a través de la cual un individuo se autoprescribe un medicamento que es de venta bajo receta y lo adquiere sin presentar la receta, situación absolutamente censurable y que conlleva riesgo sanitario”, agregó la especialista.

Cifras de la región

Según un estudio sobre el impacto de la covid-19 en las prácticas de autocuidado en América Latina, realizado en 2021 por la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable, la práctica demostró ser sumamente relevante para mantener la salud, hacer frente a enfermedades y síntomas leves y aliviar la carga sobre los sistemas de salud.

El 73% de los encuestados implementó medidas preventivas como la alimentación saludable y actividad física, y un 49% recurrió al uso de productos de autocuidado para tratar los síntomas de condiciones no graves y controlar condiciones crónicas.

Los productos de autocuidado son la primera línea de defensa confiable para proveedores de atención médica y pacientes. El estudio mostró que para el 91% de los latinoamericanos fue fácil acceder a medicamentos de venta libre sin la recomendación de un profesional de la salud. En promedio, 86% afirmó que había suficiente disponibilidad de opciones para estos productos durante la pandemia.