El nuevo jefe de misiones espaciales de Rusia comunicó la intención de su país de retirarse de la Estación Espacial Internacional (ISS) después de 2024, pero un alto funcionario de la NASA agregó que Moscú aún no se ha pronunciado al respecto.
"Por supuesto, cumpliremos todas nuestras obligaciones con nuestros socios, pero la decisión sobre la retirada de la estación después de 2024 ya está tomada", le dijo el martes Yuri Borisov, el recién nombrado director general de la agencia espacial rusa, al presidente Vladimir Putin.
Robyn Gatens, la directora de la estación espacial de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), afirmó que sus pares rusos no han comunicado ninguna intención de este tipo, como exige el acuerdo intergubernamental ya que existe una asociación de dos décadas con Estados Unidos.
"Todavía no hay nada oficial", aclaró Gatens en una entrevista en una conferencia sobre la Estación Espacial Internacional (ISS) en Washington. "Literalmente acabamos de verlo también. No hemos recibido nada oficial".
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el martes más tarde que le tomó por sorpresa el anuncio de Rusia y lo calificó como un "acontecimiento desafortunado".
"Entiendo que nos tomó por sorpresa la declaración pública que se hizo", señaló el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una sesión informativa regular.
El acuerdo sobre la ISS entre Estados Unidos y Rusia es uno de los últimos eslabones de la cooperación civil entre ambos países, luego de que las relaciones se hundieron hasta su punto más bajo desde la Guerra Fría por el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania el 24 de febrero.
La estación
La NASA considera que Rusia es crucial para mantener la estación espacial en funcionamiento y los funcionarios de la agencia están dispuestos a mantener la asociación hasta 2030.
La estación, un laboratorio científico orbital del tamaño de un campo de fútbol situado a unos 400 kilómetros por encima de la Tierra, cuenta con Canadá, Japón y la Agencia Espacial Europea como otros socios clave, pero Rusia y Estados Unidos se consideran los principales interesados en el puesto de avanzada.
Los propulsores rusos controlan la posición de la estación en órbita, mientras que una red eléctrica estadounidense mantiene el puesto de avanzada en funcionamiento.
A principios de este mes, Rusia y Estados Unidos habían acordado volver a compartir los vuelos de astronautas a la estación espacial, permitiendo que los cosmonautas vuelen en vehículos estadounidenses a cambio de que los astronautas estadounidenses vuelen en las Soyuz rusas. (Reuters)