Belgrano hizo los deberes, venció ayer a Deportivo Maipú y extendió a 10 puntos su ventaja sobre San Martín.
¿Para el “Mundo Santo” habrá llegado la hora de calibrar las expectativas, ajustar la mira y focalizarse en la pelea por el segundo puesto, que deja el ascenso al alcance de la mano? Habida cuenta de los resultados del último fin de semana, esta parece ser ahora la famosa pregunta del millón.
“No habrá atención a la prensa por parte ni del técnico ni de los jugadores”, anunció en la puerta del vestuario el encargado de la seguridad del plantel en Caseros en la fría noche del sábado, 10 minutos después de sellado el empate en cero con Estudiantes.
Finalmente, un par de jugadores brindaron declaraciones a los periodistas antes de abordar el micro que los llevaría de regreso a Tucumán. Pero lo verdaderamente preocupante es que futbolísticamente San Martín hace tiempo que dejó de hablar en la cancha cuando juega a domicilio.
En tal condición, el “Santo” no gana desde el 2 de mayo ante Sacachispas y frente al “Pincha” sumó su quinto empate al hilo. Y sus producciones de visitante se han desplomado.
En San Martín, todo es materia de análisisTal como sucedió frente a Atlético Rafaela (1-1), también en Caseros jugó mal (por momentos muy mal) y tuvo como mérito principal haber evitado la derrota jugando en inferioridad numérica.
“Estos dos partidos se nos hicieron cuesta arriba. Pero el equipo va al frente de visitante y hace mucho que no perdemos; desde Alvarado”, afirmó Darío Sand, figura en el Gran Buenos Aires.
Por su parte, Juan Miritello señaló: “nos está costando sumar de a tres de visitante, pero es importante no perder, el punto lo vamos a hacer valer en La Ciudadela”.
El deseo del goleador ya se ha cumplido seis veces en este torneo: San Martín empata de visitante y luego triunfa de local, casi una expresión aritmética de su bipolaridad futbolística.
Estas dos caras tan disímiles, más allá de su gran campaña global en puntos, lo han dejado al “Santo” muy lejos de la topadora que es Belgrano.
Y ahora incluso Instituto y All Boys -que también ganaron en la fecha- le pisan los talones al conjunto de Pablo De Muner y amenazan su lugar de escolta.
De allí, el interrogante que se hicieron muchos hinchas tras el empate con Estudiantes: con atenuantes y todo, ¿es un punto que suma o que resta?
Algunos se quedaron con las ganas de que San Martín fuera más agresivo en el complemento en la búsqueda del triunfo, más allá de la roja que (tontamente) se ganó Rodrigo Herrera.
Miritello no tiene dudas: “por ahí no se ve con buenos ojos, pero el punto sirve”.
Está claro que el objetivo es el ascenso. Si es con el título bajo el brazo bien, y si no también (nadie en su sano juicio cuestionará llegar a Primera a través del Reducido).
El tema pasa por otro lado. San Martín tendrá que recuperar la memoria y empezar a ganar también de visitante, incluso si pretende alcanzar un objetivo quizá más terrenal: mantener el segundo puesto.
Desafío doble: que La Ciudadela siga siendo una fortaleza. Y cortarla con tanta (supuesta) dulzura de los empates afuera.