Hace un año, con 6,9 millones de hectáreas, el trigo apuntaba a superar los 20 millones de toneladas. Ahora, con malos pronósticos y con un escenario muy complejo debido a la falta de agua, la estimación triguera de julio bajó de 6,2 millones de hectáreas (junio) a 5,9 millones de hectáreas. El informe Guía Estratégica para el Agro (GEA), elaborado por técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
La falta de agua se interpuso en las posibilidades del ciclo 2022/23. Con las labores casi detenidas, la nueva meta triguera apunta alcanzar a cubrir 5,9 millones de hectáreas. Pero no resultará algo sencillo. Faltan por sembrar casi 1,2 millón de hectáreas con trigo, por lo que el área puede seguir cayendo.
Hace cuatro años que la siembra triguera no bajaba de las 6 millones de hectáreas. Hay que retroceder al ciclo 2017/18 para encontrar un número inferior -5,4 millones de hectáreas-. Ante la tormenta que pasó casi sin milímetros a principios de esta semana, se realizaron los siguientes ajustes.
El trigo retrocedió 470.000 hectáreas en Córdoba. Respecto del año pasado, la caída rondaría un 35%. Le sigue Santa Fe, con una baja de un 17%; unas 230.000 hectáreas menos que el año pasado. En el norte argentino la caída se acercaría a un 19%, y restarían por sembrar unas 130.000 hectáreas. La Pampa sembraría un 14% menos. Y sólo Entre Ríos podría sumar 30.000 hectáreas. En Buenos Aires se ajustó área en el norte de la provincia -debido a la falta de posibilidades de siembra- y en sudeste -a raíz del pase de trigo a cebada-, a la espera de lo que pueda suceder con las lluvias.
Con este ajuste, el horizonte productivo, con el rinde medio de los últimos cinco años -31 quintales por hectárea (qq/ha)- pasó de 18,5 millones de toneladas en junio a 17,7 millones de toneladas.
La sequía de julio ya es más grave que la de 2020, cuando ya había 1 millón de hectáreas regulares a malas y caía el área sembrada debido a la falta de agua. No es más grave de lo que pasaba a mediados de julio de 2009, año que arrastraba dos “Niñas” (una fuerte y una moderada). Pero la campaña triguera terminaba bien: un “Niño” recomponía el escenario a partir de la primavera y el rinde país alcanzaba los 25 qq/ha. Por el contrario, el ciclo 2008/9 empezó mal y terminó mal: la media del trigo en el país terminó en 19 qq/ha.
Hoy, el área extremadamente seca sigue siendo inferior a la de esos dos ciclos. Pero este mes preocupa la situación de Buenos Aires: la provincia triguera por excelencia está muy afectada por la sequía, sufriendo el peor escenario de siembra de los últimos 15 años.