Una nueva edición de Gran Hermano está preparándose. Todavía faltan unos meses, pero los castings virtuales y presenciales pusieron ansiosos a los fanaticos del show y melancólicos a sus ex participantes. Es el caso de Ximena Capristo, una de las competidoras en la versión del programa en 2001. La ahora vedette contó en la radio su terrible experiencia durante su propia prueba.

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Ximena contó en el programa “Todo pasa” que la producción del reality fue hasta su casa a grabar y allí, durante la entrevista, le tocó el timbre fue su ex, con quien no tenía una buena relación. Las cámaras nunca se apagaron y ella la pasó muy mal con todo lo que sucedió.

“Yo me había peleado un par de meses antes de ingresar. Pero el día que vinieron los del casting a grabar, porque ya me habían preseleccionado, cayó mi ex a casa. Fue una situación rarísima, horrible, que nunca la conté”, comenzó a contar.

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“Tenía un micrófono puesto. Estaba en mi cuarto contando mis sueños, de quien era yo, bla... Yo ya estaba adentro y me iban a abrir la valijita para decirme que había ingresado a la casa de GH. Fue ahí que cae mi ex y hubo un problemilla”, agregó.

Mientras las cámaras estaban todavía en su habitación, la situación que aún no puede borrársele de su cabeza sucedió en la cocina: “Mi mamá a los gritos. Y si vos tenés el micrófono enchufado, se escucha. Un productor nos vino a preguntar si estaba todo bien. Hubo insultos, cachetazo”.

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“Yo no tenía un 144 para llamar en 2001. No existía en ese momento. Una cosa que quedó ahí y ahí decidí que hasta ahí había llegado. No fue fácil. Nos habíamos separado hace varios meses”, rememoró Capristo.