Al cumplirse 50 años de la Ley de la Relatividad General de Albert Einstein se realizó en Tucumán un coloquio científico. Concurrieron, entre otros distinguidos invitados, David Gross, Premio Nobel de Física, quien dio una charla magistral sobre el tema. Recordemos, a propósito, que ya en el llamado “Anus Mirabilis” de 1905, Einstein, con 26 años, había publicado una serie de artículos científicos que sentaron las bases de la física moderna. El primero de ellos “El Efecto Fotoeléctrico” -piedra fundamental de la física cuántica- está referido a la naturaleza de la luz, que se propaga en el espacio no lo sólo en forma de ondas sino como partículas discontinuas de energía (fotones). En otro d e sus trabajos demuestra, además, que la luz no es instantánea 8como hasta entonces se creía) sino que tiene una velocidad límite (300.00 km/seg) y que esta es una constante universal (invariable). Y describe a continuación los extraños y dispares efectos que se producen en unobjeto cuando este se desplaza a velocidades extremas: el tiempo parece transcurrir con mayor lentitud en relación al reloj en reposo, mientras que la longitud se acorta cada vez más. El tiempo y el espacio, considerados hasta entonces inalterables, pasan a ser ahora relativos, y dependen del lugar en que se encuentra ubicado el observador y de la velocidad a que es sometido el móvil. Otro de sus reveladores artículos se refiere a la equivalencia entre masa y energía: “La masa de un cuerpo es una medida de su cantidad de energía”. Esta ley constituye uno de los pilares de la ciencia contemporánea, desde la cosmología hasta la físuica nuclear. Una década después, Einstein publica la Teoría de la Relatividad general que postula que todo cuerpo masivo provoca una depresión en el tejido del cosmos. Esta deformación del llamado espacio-tiempo produce una fuerza gravitatroria no sólo de un planeta sino también de la luz, que al curvarse produce un fenómeno llamado lente gravitatoria. “Es difícil imaginar el mundo como lo conocemos hoy -dice Arthur Clarke- sin la influencia de Einstein; desde el origen y la estructura del universoi hasta los láseres, GPS, DVD y microchips; desde la medicna nuclear hasta las cámaras digitalesy las centrales de energía atómica. No pasa una década sin que se confirme una de sus predicciones o sin que la industria encuentre una nueva aplicación a sus ideas”. La ciencia, pues, no tiene miedo de chocar con el “sentido común” La ciencia rompe despiadadamente los conceptos formados, elevando así nuestros conocimientos a un grado superior. Leonardo Moledo, conocido científico y tanguero de ley, compuso una singular “Milonga relativista” que, a propósito, dice así: “Milonga relativista, / milonguita pasajera, / que se compone en Almagro / y se canta en Balvanera. / Hubo un malevo en Retiro / que chamuyaba al malevaje / y explicaba los conceptos / del tiempo y de la distancia… “Todo es relativo a todo / como lo sabe el más bruto. / El tiempo, el facón y el tango / están muy relacionados con el espacio asoluto. / El tiempo que todos piensan / que es uniforme y perfecto, / transcurre distinto / en cada sistema de referencia. / Las estrellas, las galaxias, / la materia y la energía / se someten al poder de esta eselente teoría. / Las lentes gravitacionales / sin Einstein no existirían. / Y sin esas grandes lentes / los que no ven bien ¿Qué harían? / Es una cosa profunda / y esencial para el malevo, / ese hombre que con su mente / construyó un mundo nuevo. / Ha empezau nuestro universo / con una gran explosión. / Ustedes me aprenden bien eso / antes que cuente diez: / el Big Bang tuvo lugar / antes del mil novecientos. / Así nació el Universo / y así nació el arrabal, / le dio ritmo de milonga / a la expansión universal”.
Arturo Garvich
Las Heras 632
San Miguel de Tucumán