Arquitecto Juan Domingo Garlatti

Quizás la orfandad de imágenes haya sido el motivo de la multiplicación al infinito de esta única fotografía que le debemos a Paganelli. Una escena costumbrista, casi casual, célula madre que posibilito la reconstrucción de la Casa de la Independencia 70 años después, un icono hegemónico por décadas, dibujado, pintado, esculpido, impreso y hasta acuñado.

Una imagen a escorzo paradojal, para una arquitectura provinciana de una periférica ciudad colonial, con una plaza mayor y calles angostas, conformadas por una sucesión de fachadas carentes de volúmenes.

Una de las primeras imágenes de la Casa de la Independencia representada por su fachada plana e inexorable simetría la encontramos en una estampilla de los 70, cuando los sistemas de representación institucionales se perfeccionaron. La urgencia de comunicar y el reclamo de síntesis y claridad en el mensaje, teñidos por la publicidad y la globalización, fueron desplazando así la icónica imagen de Paganelli.