Rostros parpadean gestos. Bocas de resignación. De protesta. Dolor brotado de poros. Enigmas desnudos. Memoria anclada en el silencio. El sufrimiento se relame en los cuerpos. Torsos doblados por el destino. Viaje por los subsuelos del alma. Entresijos tropiezan en la silueta desvestida de mujer. Procesión que va por dentro. Por fuera. Movimiento adocenado de mutantes en conflicto. Cuarentena de incertidumbre. Gajos de la nada rastrean un desaparecido. Génesis de un presente que se agita como Sísifo. Desolación del aire. Manos esconden caras. Distancia de dedos que se buscan. Humanos del fin del mundo. Escéptico misticismo. Desesperanzada esperanza. Los pinceles interiores de Luis Debairosmoura mostrarán sus sueños en la muestra “La multiplicidad de los cuerpos. Pinturas de la desolación” que se inaugura hoy, a las 20, en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265). En la ocasión, se referirá a la obra la decana de la Facultad de Artes, Silvia Agüero, y habrá jazz con el grupo Pepe J.

- ¿Se trata de una retrospectiva? ¿Podrá apreciarse también la producción de tus últimos años?

- Es una muestra semi retrospectiva porque abarca en distintas instancias, alguna que otra obra de distintas series. La última serie es sobre la pandemia, que reúne seis o siete obras referidas a la cuarentena. Intento mostrar esa condición de aislamiento brutal y sometimiento que se dio a nivel mundial por el covid. Hay alguna obra también de otra serie, “Entresijos”, donde trato de mostrar la condición de sometimiento de la mujer a lo largo de su historia, producto del patriarcado. Y después hay varias de otras series más anteriores; por supuesto, no están todas las de cada serie. Hay una de la serie Los pobres de Ciudad Oculta, por ejemplo, una villa miseria de Buenos Aires con una historia de lucha y maltrato a su condición de una vulnerabilidad de los que allí la habitan. He tratado de mostrar algunas cuestiones que tienen que ver con eso.

- La mirada social sigue acompañando con intensidad tus creaciones.

- Mi obra sigue siendo un poco el reflejo de lo que sucede en mi entorno, de todas aquellas cuestiones que laten en mí y muy cerca mío y que me instan a movilizarme con mi obra, con el sentido de aquello que recojo fundamentalmente como casi tragedia de mi entorno. Hay otra obra que se llama “La Aparición”, que creo que es de 2000 o 2002, en la cual intenté preguntarme qué sucede con aquellos que tienen un ser amado desaparecido y cómo esto se proyecta hacia adelante, cómo se proyecta en sus vidas, de qué manera y la idea era hacer una serie de personajes en un estado casi mutante, en cuanto al espíritu del dolor que atraviesan y de esa ausencia irreparable en un tono casi de paisaje dramático.

- ¿El nombre de la muestra sintetiza lo que se verá en tus obras?

- “La multiplicación de los cuerpos” es el nombre que le dio Ricardo Gandolfo a una linda presentación que me hizo. Yo le agregué “Pinturas de la desolación”, entendiendo de alguna manera que estos tiempos son duros, donde la desolación nos gana a nivel tanto interno nuestro como país, por todo lo que sucede, y además entendiendo de que en mis obras, en general, hay cierto tono tanático que genera mucha acidez en la mirada a quienes nos proponemos denunciar ciertos apremios de la vida en estos contextos.

- Una cáscara de banana enmarcada, un trapo colgado en la pared, piedras desparramadas con arena en el piso, son algunas expresiones premiadas del arte actual. ¿Hacia dónde va el arte?

- El arte contemporáneo ha incidido de manera fundamental en quitar el sentido al arte en general. A pesar de que hay algunos artistas que han podido eludir esta falta de sentido, lo real es que no todo es igual dentro de los conceptos que maneja el arte contemporáneo. Aquello que dice que todo es arte, como la cáscara de banana enmarcada o las piedras con arena en el piso y hacia dónde va el arte, en realidad, son juegos especulativos manejados por grandes corporaciones en el mundo, que dan lugar a que esto se preste a un saber imposible, donde no hay límites para que la mirada defina contenidos con los cuales puedes identificarte. Es como un engaño, una trampa; así se mostraba hace poco en una publicación de YouTube: una piedra de una tonelada y al lado, otra piedra de una tonelada que era La Piedad, de Miguel Ángel, y esta comparación, donde una obra generaba una expectativa vital trascendente por todo lo que era el concepto de maestría puesto en ella en el caso de La Piedad y al lado, había un cacho de roca que es como poner mugre. Son tendencias del arte contemporáneo y se proponen en un museo o en una galería como obra de arte. Hay infinitos casos que muestran que el arte contemporáneo está cada vez más entrampado y sin salida ante esta desconexión que tiene con la sociedad en general.

- ¿Qué fibras interiores toca la pintura en tu vida? ¿Podrías haberte dedicado a otro oficio?

- La pintura representa algo fundamental, es a través de lo cual pude constituirme en un ser pensante con determinados gustos, determinadas posibilidades de trascendencia y donde me encuentro con los otros, manejando determinados códigos e insistiendo en ciertos caminos que me resultan profundamente valiosos. Expreso lo que me expresa, me interpela la realidad cotidianamente y yo puedo dar luz a través del arte a una expresión que me representa y me hace sentir parte de esa realidad y no un ente ajeno manejando códigos que nadie entiende ni comprende.