Que Juan José Martínez sea tan taxativo tiene su lógica. “Estuve en las tres finales más importantes”, sentenció el capitán de la selección tucumana. La década exitosa de la que forma parte con el equipo es difícil pensar que se repita según la enumeración que hizo Martínez. “En Esquel, en el ascenso de 2016, el año pasado ganando el Regional, en Misiones, y este último subcampeonato en Mendoza, sin duda el más importante en mi carrera, son las finales”, explicó el jugador de San Cayetano FS.
A sus 35 años, el licenciado en administración de empresas, que además dirige un equipo amateur de fútbol 11, tiene letra para escribir un anecdotario. “En Esquel dimos la gran sorpresa. Ascendimos contra absolutamente todos los pronósticos, dejando afuera a selecciones de historia como Viedma, Río Grande y los locales”, recordó sobre aquella coronación.
“Cuando clasificamos a cuartos de final, nos tocó Río Grande. Cuando lo anunciaron en el estadio, ellos, a metros nuestro, comenzaron a festejar anticipadamente por que eran amplios favoritos. Pienso que eso nos dio un plus porque al otro día fuimos unos leones en la cancha y los eliminamos”, comentó el capitán con satisfacción.
En tierras mendocinas, lograr algo similar a lo de hace 10 años atrás, era igual de épico. Quizás más teniendo en cuenta que en el Aconcagua Arena, Mendoza logró el hexacampeonato, sumando el título 14 a un historial impactante. “Lo que más resalto es el nivel de preparación, tanto física como mental, de los chicos que tienen entre 17 y 22 años; me sorprendieron”, reconoció Martínez. El capitán no sólo quedó admirado por la madurez deportiva de los juveniles tucumanos. “Debatir sobre cuestiones sociales durante las comidas también me sorprendió. Sin dudas, tienen convicciones bien marcadas y una personalidad definida que es clave al explicar los rendimientos tan altos ante escenarios que a muchos los afecta”, elogió Martínez, avizorando un buen futuro en el futsal tucumano.