En tres palabras: desaprovechó su chance. San Martín no pasó de un empate a cero en su visita a Chacarita y falló en su intento de tirar la presión encima del líder Belgrano, que hoy recibe a Estudiantes de Río Cuarto.
En otro contexto, una igualdad en Villa Maipú hubiera sido vista con mejores ojos. Pero tras el éxito contra Brown de Adrogué y el acercamiento al “Pirata” en la zona alta de la tabla, se esperaba más del equipo de Pablo De Muner, y no solo en el resultado.
Un botón de muestra: aun con la presencia de Tino Costa y Rodrigo Gómez en cancha, el “Santo” casi no pateó al arco durante el complemento. Salvedad hecha de esa contra casi gol, con tiempo cumplido que terminó en pelota ancha de Juan Miritello.
Con todo, los problemas de generación del “Santo” volvieron a hacerse muy patentes. Esta vez, el cero no se explica simplemente en la falta de contundencia.
En el contexto de un punto que resta más de lo que suma, se debe mencionar la (mediana) estatura de su rival.
Un nómade con historiaChacarita no venía nada bien. El desembarco de Pablo Centrone había sido promisorio. Pero luego el “Funebrero” se desacostumbró a ganar (ya lleva cinco sin victorias), desde la fecha 10 no suma de a tres en su estadio y apenas si se mantiene en zona de reducido.
“No tenemos nada que perder, es cuestión de atreverse, de saber que se puede, de querer ir por más”, había declarado Lucas Diarte en la previa. Eso sí que San Martín lo demostró: lo buscó hasta el final, su enjundia no está en duda.
La primera etapa fue un subibaja para la visita. Arrancó bien arriba, bajó de nivel y transitó una meseta peligrosa, y repuntó sobre el final.
El equipo de De Muner salió a jugar con mucho ímpetu, como suele hacerlo, en cualquier cancha. Solo que el envión esta vez le duró poco, fue cuestión de minutos nomás.
Porque empezó a dividir la pelota. Y cuando la tenía, no hacía bien lo más simple, fallaba en el primer pase. No la manejaban ni Tomás Escalante (una vez más de flojísimo partido) ni Juan Imbert.
“Chacara” empezó a salir y a animarse. Y tuvo sus chances a partir del desorden en el retroceso y las malas salidas desde abajo del “Santo”.
Los reflejos de Darío Sand volvieron a decir presente, en un tiro libre de Lautaro Formica, en una volea de Agustín Piñeyro.
San Martín tuvo un par de aproximaciones no mucho más, con sendos remates de Diarte e Imbert, y sobre todo un cabezazo del exBoca que Federico Losas rechazó al córner.
Desde la estética, quedarse a ver el partido en el living de la casa no resultó un buen programa: ordinario, desprolijo, quizá lo único que lo salvó es que ante tantos desajustes, algunas situaciones se produjeron acá y allá.
¿El árbitro? Malo parejito. Ramiro López omitió cobrar dos penales, uno en cada área: una mano de Alejandro Manchot, un agarrón claro de Escalante. Los plateístas “funebreros” se acordaron de la madre de López, a horas del Día del Padre.
San Martín: “Estamos convencidos de lo que queremos"Tino era lo mejor que le podía pasar a San Martín en el complemento. En este contexto, el experimentado volante se ponía solo y De Muner no demoró el cambio.
Pero lo dicho: ni el aporte de Costa ni el de Gómez significaron una mejoría tangible para San Martín. Muy por el contrario, su segundo tiempo fue de los peores en el torneo.
Chacarita le copó el medio y por momentos lo acorraló. Mención especial para Sand, quien atoró y le sacó el gol del “buche” a Juan Cruz González.
La idea de San Martín era ganar en la fría noche de sábado en el homónimo partido bonaerense y sentarse a esperar la suerte de los de Guillermo Farré frente a los riocuartenses.
De momento, se le acercaron All Boys e Instituto. Los gestos de De Muner y de sus jugadores tras el pitazo final daban cuenta de dos puntos que cotizan como perdidos.
En un flojo partido, San Martín no pudo con Chacarita y terminó igualando sin golesNo estuvo a la altura
Luego de la gran victoria sobre Brown, San Martín debía ratificar condiciones en Villa Maipú. Sin embargo falló y no pudo meterle presión al líder Belgrano.
Cuando no se puede ganar...
El punto es positivo si se lo ve desde la óptica en la que el equipo no tuvo una de sus mejores noches, ante un equipo lúcido que se la puso, por momentos, bien difícil.