Durante un operativo, la División Antidrogas de la Policía Federal (PFA) detuvo el sábado a dos personas que se dedicaban a la comercialización de estupefacientes en una vivienda del barrio Toledo, en la capital.
Además de cocaína y marihuana, los agentes de la fuerza se toparon con ampollas de clorhidrato de nalbufina, una sustancia que derivada del opio y la morfina y es un potente analgésico. En el mercado, este producto se comercializa a $ 800 por unidad, según datos de la investigación penal.
También se secuestraron municiones, calibre 22, elementos de corte, balanza de precisión, dinero en efectivo y dispositivos tecnológicos y de almacenamiento de información.
El operativo se realizó en una casa del barrio ubicado en la zona sur de San Miguel de Tucumán. Allí, los investigadores resaltaron el hallazgo de las ampollas, junto con recetarios y órdenes médicas falsas, en ese punto de venta al menudeo (narcomenudeo), lo que reforzaba la hipótesis de la comercialización ilegal en Tucumán de ciertos analgésicos, además de las nuevas sustancias psicoactivas (NSP), como “La Bomba”.
“Los médicos indicamos nalbufina ante algunas patologías graves e importantes: postoperatorios, fuertes traumatismos o quemados, con un control específico”, expresó el toxicólogo Alfredo Córdoba en una entrevista con “LA GACETA Central”, el noticiero de LG Play.
Teniendo en cuenta el secuestro de las ampollas en un ‘quiosco’ de drogas en un barrio de la capital, el médico enfatizó: “eso significa que existe una comercialización totalmente ilícita y delictiva” en la provincia. “Es una droga que se debe vender exclusivamente en farmacias”, aclaró.
Entre otras referencias, el especialista advirtió además sobre la venta ilegal de otros fármacos, como alprazolam o diazepam. “También han escapado de los controles y se pueden conseguir en los sitios donde se vende drogas ilegales”, señaló.