El Gobierno de Irán emitió un duro comunicado en rechazo de la decisión de la Argentina, de retener el Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur Cargo, división de carga de la firma de bandera venezolana Conviasa, usada durante los últimos 15 años por la compañía iraní Mahan Air.
Cafiero, sobre el avión retenido en Ezeiza: "activa sensibilidades, pero queremos ser muy cautos""Las últimas semanas están llenas de propaganda, operaciones psicológicas, guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad (en Irán) y este caso forma parte de ello", dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Said Khatibzadeh.
El avión Boeing 747 que transportaba autopartes y llevaba 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes se encuentra retenido desde el lunes en el aeropuerto de Ezeiza, luego de que despertó sospechas, sobre los motivos de su vuelo hacia la Argentina, debido a anomalías en su manifiesto de vuelo.
Avión varado en Ezeiza: la Justicia avaló la retención de los pasaportes de los cinco iraníesEn la tradicional rueda de prensa semanal en Teherán, Khatibzadeh, relacionó el caso con la elevada tensión actual entre Irán y los países occidentales, debido a cuestiones nucleares.
"Creo que hace más de un año, según la compañía Mahan Airlines, que el avión fue vendido a Venezuela", afirmó Khatibzadeh. Y destacó que no todos los tripulantes son iraníes.
Según recuerda una nota de Ámbito, el incidente se dio mientras el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se encontraba de visita en Teherán, donde firmó un acuerdo de cooperación de 20 años entre ambos países petroleros.
Un sospechoso avión retenido en EzeizaLas autoridades argentinas comunicaron ayer que no hay detenidos y que todos los tripulantes fueron alojados en hoteles, con permisos provisorios de estadía.
Los funcionarios de migraciones retuvieron los pasaportes de los iraníes, pero indicaron que podrían recuperarlos antes si abandonaban el país en un vuelo regular de línea mientras prosiguen las averiguaciones.
Irán anunció esta semana que desconectarán 27 cámaras de vigilancia sobre sus actividades nucleares, como respuesta a una resolución del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que denunciaba la falta de cooperación de Irán.
Esta reacción de Teherán suscitó condenas por parte de los Gobiernos de Estados Unidos, de Alemania, de Reino Unido y de Francia, que instaron a Irán a poner fin a la escalada nuclear.