Finalizó una nueva temporada de promociones para comprar productos a través de la web y según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la promoción ayudó a recaudar $42.100 millones durante los tres primeros días. La cifra representa un aumento de los ingresos del 69%, pero si se considera la inflación proyectada para mayo, el aumento real de ventas rondaría el 5% interanual. Entre los productos de tecnología, hubo dos categorías que lideraron las búsquedas de los usuarios. En primer lugar, y como ya es tradición, estuvieron los celulares. Todos los años miles de usuarios intentan cambiar de equipo y en esta edición la mayoría de las promociones estuvieron centradas en cuotas sin interés o bien en descuentos que en promedio rondaron el 25%. El segundo ítem fueron las notebook.

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Es sorprendente que este producto sea todavía una tendencia de consumo ya que con más de 20 años en el mercado argentino, las computadoras portátiles no incorporaron grandes innovaciones. Si bien fueron actualizando sus prestaciones, aumentando su capacidad de almacenamiento o de procesadores, siguen siendo muy similares a las primeras que conocimos. Un teclado, una pantalla y una superficie para deslizar nuestro dedo. Cambiaron los puertos para periféricos, mejoró la calidad de la pantalla y en algunos casos se optimizó la duración de la batería. Pero no hubo un salto significativo desde entonces en la manera en que nos relacionamos con este objeto. En el medio aparecieron las tabletas, las cuales sí significaron un cambio tecnológico al ofrecer al usuario una interacción establecida solamente por el contacto con la pantalla. Sin embargo, las notebooks siguen siendo las más buscadas en época de ofertas.

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La pandemia disparó la compra de notebooks hace dos años. De pronto las familias necesitaron más de un dispositivo para trabajar o estudiar en sus hogares, pero a diferencia de otras épocas, nos dimos cuenta que sus precios ya no eran tan accesibles. Además, las restricciones de importación limitaron la oferta, a pesar de que ahora es posible encontrar productos ensamblados en el país. Otro motivo por el cual los usuarios siguen eligiendo a las notebooks es que el teclado permite trabajar de manera más eficiente, asunto que al parecer las tabletas no pudieron reemplazar. Aún necesitamos textos y números en nuestras tareas cotidianas.

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¿Había notebooks baratas en “hot sale”? Hubo un grupo de equipos que tuvo precios realmente atractivos y que conviene mirar con atención si es que en la familia se está necesitando una nueva computadora. Por fuera parecen una portátil clásica, pero la diferencia está por dentro. En términos estrictos se llaman “chromebooks” y se podían conseguir por menos de $50.000 en diferentes plataformas. Su nombre deriva del navegador Chrome -propiedad de Google- y porque están pensadas para trabajar siempre conectadas a internet. Son livianas, baratas, rápidas y quizás las más indicadas para estudiantes y personas que necesitan un equipo solo para tareas administrativas como navegar, enviar mails o escribir textos.

A diferencia de una notebook tradicional, las chromebooks no tienen tanto espacio para almacenamiento, es decir, cuentan con un disco rígido muy chico. Esto limita la posibilidad de descargar archivos pesados o instalar grandes programas, pero también ayuda a que el equipo pueda funcionar por más horas solo con la batería. Tampoco tienen sistemas operativos conocidos como Windows, ya que funcionan con un sistema similar al de los celulares. Esto posibilita que podamos instalar aplicaciones desde Marketplace directamente en nuestro equipo, como Whatsapp o Instagram.

Con respecto a marcas se pueden encontrar equipos de muy buena calidad en los catálogos de Lenovo, Samsung, Acer o Asus, compañías que suelen ser evaluadas por medios especializados como las que mejor invierten en este segmento. En Argentina se puede comprar, por ejemplo, una Lenovo por $50.000 con una pantalla de 14 pulgadas o bien se puede pedir a Estados Unidos una Samsung de 11 pulgadas por menos de $30.000, con impuestos incluidos. En todos estos modelos será posible encontrar un teclado de tamaño adecuado, buena calidad de construcción, batería de larga duración, una buena pantalla y prestaciones que pueden cumplir con las necesidades de la mayoría de los usuarios.

El precio reducido de las chromebooks también viene con limitaciones. No son computadoras para jugar videojuegos, editar video o para utilizar programas de diseño muy avanzados. Tampoco se pueden instalar programas de oficina como Word o Excel, ya que no son compatibles con su sistema operativo y además tienen pocos puertos para conectar periféricos. Sin embargo, sí tienen al menos una salida de HDMI y entrada para USB común o USB-C, dos de los puertos más populares. Es decir, sirven para ver películas en plataformas de streaming, ver fotos o videos y si se quiere editar textos u hojas de cálculo se puede utilizar aplicaciones en la nube como Google Drive u Office Online.

Si bien ya terminaron los días de promociones para adquirir uno de estos equipos, conviene estar atentos ya que en algunos sitios aún no cambiaron sus precios, por lo que se convierten en verdaderas alternativas para quien necesita renovar su herramienta de trabajo a bajo costo. Las chomebooks no son un salto tecnológico que nos va a cambiar la vida, pero al menos ofrecen una solución en tiempos de home office con bolsillos de tercer mundo.