No queda un solo país en el mundo que esté ajeno a las consecuencias de la guerra en territorio ucraniano. Las consecuencias económicas, tanto dentro de Rusia y como en Ucrania, se extienden por todo el mundo.

El panorama general es más inflación, menor crecimiento y un aumento de la pobreza y la desigualdad, en un entorno económico que empezaba a recuperarse con cierto optimismo de la crisis de la covid-19.

Rusia invade Ucrania: "profunda preocupación" en la ONU por el riesgo de hambre mundial

Occidente respondió a la ofensiva rusa con una serie de sanciones, incluyendo en sectores clave como el gas y el petróleo, y Europa está empezando a desprenderse de su dependencia energética de Moscú.

Rusia enfrenta más de 5.000 sanciones selectivas, más que cualquier otro país en el mundo. Se han congelado unos 300.000 millones de dólares en reservas rusas de oro y divisas en Occidente y el tráfico aéreo del país bajó de 8,1 a 5,2 millones de pasajeros entre enero y marzo, según analistas occidentales.

Ucrania reportó un fuerte revés económico: la guerra se ha llevado el 35% de su PBI. “Nuestras pérdidas directas superan los 600.000 millones de dólares”, aseguran las autoridades.

La invasión rusa: peligro de hambre para el mundo

El país, que es uno de los principales productores agrícolas del mundo, dice que no ha podido exportar alrededor de 22 millones de toneladas de grano. Culpa del retraso en los envíos a los bloqueos rusos o a la captura de puertos claves. Esta semana, el presidente ucraniano, Volódimir Zelensky, acusó al Kremlin de robar al menos medio millón de toneladas de grano durante la invasión.

Las repercusiones del conflicto se han hecho sentir en todo el mundo: el precio de los productos básicos ha aumentado y la inflación, que en algunos lugares ya había subido antes de la invasión, se ha disparado.

El precio del crudo en Londres y Nueva York se incrementó entre un 20 y un 25%, lo que ha elevado el precio que pagan los consumidores por los combustibles y por una serie de productos derivados del petróleo.

Los países vulnerables se están viendo especialmente afectados por el encarecimiento de los alimentos, del combustible y de la financiación, dice el economista Richard Kozul-Wright, de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de la ONU.