Los tiempos agobian de un lado y del otro del mostrador. La visita que el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, al Senado aceleró las respuestas oficiales a un problema que se ha agudizado en ocho de los 24 distritos del país: la falta de gasoil. Manzur no quería entrar al Congreso y exponerse más a los cuestionamientos de la oposición a un problema que agobia al campo, a los transportistas y a los diferentes actores económicos. Hoy mismo, el secretario de Energía, Darío Martínez, confirmó que las principales empresas refinadoras del país incrementarán en hasta un 50% las importaciones de gasoil en junio y julio próximos para cubrir el aumento de demanda que se está registrando de ese combustible en todo el país, en el marco de las medidas complementarias que se adoptarán en lo inmediato para asegurar el normal abastecimiento del producto.
Martínez, durante un contacto con la prensa, dijo que YPF incrementará la importación de gasoil en un 50% con respecto a mayo, pasando de 2 a 3 barcos en junio y en julio a 4, "con el objeto de cubrir el cuello de botella al que nos está exponiendo el aumento excepcional de la demanda".
También incrementarán el volumen de importación el resto de las empresas refinadoras, incorporando un barco en junio, que implicará un considerable aumento adicional de volumen disponible en el mercado. Tan sólo en abril, YPF importó en abril por US$ 140 millones, de un total de US$221 millones que debió importar la industria, consignó la agencia estatal Télam.
¿Cuáles son las tres vías para regularizar esta situación?
Según pudo establecer LA GACETA, la más inmediata es que Refinor, que en el norte cuenta con cerca de un centenar de bocas expendedoras, destile el crudo de la zona, porque, según afirman en Buenos Aires, tiene capacidad ociosa para hacerlo. La compañía cuenta con una planta en Banda del Río Salí, que sería troncal para la solución de coyuntura, mientras se espera la llegada de las importaciones de gasoil en barcos.
La segunda alternativa es la que mencionó el mismo secretario de Energía: gestionar la llegada de buques con el combustible para que el abastecimiento sea al 100% del mercado y sin los contratiempos que se han observado en las últimas semanas. Un barco puede demorar entre 10 a 15 días hasta que llega a los puertos argentinos, según el destino de procedencia.
Otra alternativa que se barajó en la Casa Rosada fue la de liberar reservas de YPF para que la distribución a las expendedoras sea inmediata. La compañía petrolera de bandera estatal necesita ciertas garantías para liberar esas reservas y, según trascendió, la decisión del presidente Alberto Fernández de autorizar la compra aseguraría la reposición del combustible.
En el medio de todo este escenario, el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, continuará con las gestiones en Buenos Aires, con el fin de asegurar las respuestas oficiales. Para hoy tiene previsto visitar al vicepresidente de YPF, Mauricio Martín, con quien analizará la situación del gasoil. Jaldo retornará este viernes a la provincia. Su idea es desactivar las medidas de fuerza que habían anunciado los transportistas, que concedieron un impasse mientras el Gobierno provincial realiza tratativas ante la Nación para el normal abastecimiento de la actividad. Es probable que el Gobierno nacional anuncie, además, algún tipo de paliativo que favorezca a los pequeños y medianos transportistas, como un gesto de que se irá regularizando paulatinamente el ingreso de gasoil a las bocas de expendio del interior del país.