En 2021, en Estados Unidos se produjeron 693 incidentes con armas de fuego que causaron la muerte de 42.000 personas. Sólo en lo que va de 2022 ya hubo 212, incluyendo a la masacre de Buffalo, en la que un joven de 18 años asesinó a 18 personas, y a la de Uvalde, Texas, en la que otro joven de 18 años mató a 18 alumnos y a tres docentes en una escuela. Los datos son abrumadores. En 2020 murieron 45.222 personas por armas de fuego en Estados Unidos, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). De ellos, 24.292 fueron suicidios y 19.384 homicidios, el mayor número desde 1968, según los CDC. En manos de civiles hay 310 millones de armas de fuego. Este es hoy el debate que está en el centro de la polémica en el país del norte. Mientras los demócratas pretenden que se discuta la tenencia de armas, los republicanos defienden que se trata de un derecho incluido en la Constitución (Segunda enmienda) y que ese derecho es irrevocable.
¿Qué pasa en Argentina? En nuestro país la Ley 24.492 permite la tenencia de armas de fuego, luego de cumplir una serie de exigentes requisitos (ver aparte). Cifras oficiales indican que hay 1.618.877 armas registradas ante la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), de las cuales el 84% pertenecen a civiles. Pero la misma ANMAC sólo tiene registradas 1.016.843 personas para tener armas, lo que significa que la mitad de estas personas tiene más de un arma. Además se estima que hay otras 1.600.000 armas ilegales o que se encuentran en el mercado negro. Pero las cifras de muertes relacionadas con armas de fuego en Argentina son alarmantes. Por día mueren entre siete y ocho personas. Uno de cada cuatro femicidios son cometidos con ellas. De las armas registradas, el 99% está en poder de hombres y sólo el 1% restante en manos de las mujeres.
El debate en nuestro país fue alimentado sobre todo por dirigentes de la oposición. En noviembre de 2018, Patricia Bullrich defendió la posibilidad de que los ciudadanos portaran armas. “El que quiera estar armado, que ande armado. La Argentina es un país libre”, aseguró. Para esa misma época, el economista Javier Milei, actual diputado, afirmó: “si los honestos portasen las armas habría menos delincuencia”. Y esta semana aseguró que estaba a favor “de la libre portación de armas”. A mediados de este mes, José Luis Espert compartió un video en el que disparaba un rifle en un polígono de Quilmes, acompañado por las palabras: “cárcel... o bala”. Antes había propuesto transformar a “un par de delincuentes en un queso gruyere”. En el oficialismo el que salió a responder fue el ministro del Interior Wado de Pedro. “Esta misma semana algunos plantearon que en Argentina debía desregularse el acceso y uso de armas. Rechazo esta irresponsabilidad. Como diputado impulsé la creación de la ANMAC (Agencia Nacional de Materiales Controlados) para consolidar la política de control de armas en Argentina”, señaló. “Nos conmovió la matanza en una escuela de Texas, EEUU. Cuando esto pasa, toda una nación discute qué hacer, pero intereses muy poderosos traban una solución”, afirmó el ministro. Y agregó que “en las escuelas están las personas que más amamos y de las que somos responsables”. “La sociedad, pero fundamentalmente la escuela, debe ser siempre un espacio libre de violencia y de discriminación. De paz. De convivencia. De futuro”, argumentó. Pero el debate está abierto. En épocas donde la inseguridad no da respiro, ¿estar armado es la solución? La respuesta nunca es fácil, pero poner armas en manos de gente que no está capacitada física ni mentalmente podría ser fatal. Tal como se argumenta, que el remedio sea peor que la enfermedad.
Requisitos para ser legítimo usuario:
- Ser mayor de 21 años.
- Acreditación de medios de vida lícitos.
- Aprobar un examen psico-físico ante un profesional de la salud debidamente matriculado e inscripto ante la ANMAC.
- Un prontuario impecable, ya que se solicita un informe de antecedentes penales al Registro Nacional de Reincidencia.
- Se debe aprobar un examen de idoneidad en el manejo de armas ante un Instructor de Tiro matriculado ante la ANMAC.
- Luego de abonados los cánones correspondientes, el comprador debe esperar el otorgamiento de la “Credencial de Legítimo Usuario” para retirar del comercio el arma adquirida.