En época de bajas temperaturas se torna frecuente usar los braseros, encender las hornallas y los hornos para calentar los ambientes de los hogares. Sin embargo, se trata de prácticas que pueden provocar la intoxicación por monóxido de carbono y, por ende, elevan el riesgo de muerte.
Justamente, en Tucumán se notificaron 394 casos de intoxicaciones por esta causa durante el período 2018-2022; mientras que hasta abril de este año se han registrado ocho, según datos del departamento de Epidemiologia del Sistema Provincial de Salud (Siprosa).
El monóxido de carbono es un gas que se produce por la mala combustión de diferentes sustancias, como madera, carbón o gas natural, por ello, hay que estar atentos a algunas señales o situaciones.
Como todos los años, la distribuidora de gas natural, Gasnor, lanzó una campaña para evitar estos accidentes. Si bien este gas venenoso no se puede percibir, hay claros indicios de presencia de monóxido de carbono en un espacio:
-Coloración amarilla o anaranjada de la llama, en lugar de color azul.
-Aparición de manchas o tiznado en las paredes; decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación de gases o alrededor de ellos.
-Una ingestión de gases de monóxido de carbono no sólo impide que el cuerpo utilice correctamente el oxígeno, sino también, causa daño en el sistema nervioso central.
-Las personas que tienen problemas de salud, como enfermedades cardiacas o pulmonares, son especialmente vulnerables; también los bebés, los niños, las mujeres embarazadas y las personas de edad avanzada.
La gerenta de Relaciones Institucionales y Comunicación de la distribuidora, Verónica Argañaraz, y el médico toxicólogo y asesor del Siprosa, Alfredo Córdoba, visitaron hoy el estudio de LG Play y detallaron con precisión esas señales, como también hicieron hincapié en la prevención, los síntomas y el daño que puede causar en el cuerpo humano este tipo de envenenamiento.
Mirá la entrevista completa con los dos referentes en este video de LG Play.