La historia de Flor Muzalski se hizo viral. Un día cualquiera a la joven que vive en Santo Tomé, en Corrientes, se le antojó comer churros. Para no quedarse con las ganas buscó un delivery y encontró uno que parecía ideal: "De santos churros". Hizo su pedido a través de WhatsApp y se dedicó esperar. Como el pedido se demoraban, les escribió un mensaje. La respuesta (y el papelón) se hizo viral en Twitter. 

Florencia contó su anécdota en Twitter. En cuanto solicitó el delivery le preguntó al comerciante cuando tiempo tardaría en llegar más o menos. El vendedor le respondió que en 15 minutos llegaría su domicilio. El tiempo pasó y el cadete nunca llegó, entonces la chica volvió a insistir. "¿Salieron?", envió. Rápidamente, desde el local le contestaron "Sí. Estamos lejos" y le aseguraron "Ya debe estar por llegar". Al leer estos mensajes, dudó acerca de la ubicación del negocio. 

"Discúlpame, pero son de Santo Tomé Corrientes?, preguntó Florencia a "De santos Churros". Desde el local gastronómico le respondieron "No. Santo Tomé Santa Fe". En ese momento, se dio cuenta que se había equivocado de ubicación y que los churros que había encargado estaban a más de 600 kilómetros de distancia. 

"Literal estaba lejos", escribió la joven en Twitter junto a una captura de pantalla del chat con el delivery. El papelón se hizo viral en cuestión de segundos y algunos seguidores contaron sus propias experiencias. "La otra vez quise pedir a un por mayo de bebidas y me tiran 'somos de Córdoba, pero de Córdoba de España', contó un usuario. Lo peor de esta historia es que, según contó Florencia, "De santos churros" nunca le devolvió el dinero de la compra fallida.