El papa Francisco reiteró su advertencia con relación a la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia, y cuestionó al jefe del Kremlin, Vladimir Putin, por resistirse a detener el conflicto bélico.
Además, si bien atraviesa problemas en una rodilla que le impiden moverse con facilidad, Jorge Bergoglio no descarta una visita a Moscú para tratar de negociar directamente allí un alto el fuego. Sin embargo, el Sumo Pontífice admitió que esta posibilidad no es sencilla, debido a la reticencia del propio Putin.
La ONU calcula que más 3.000 civiles murieron en Ucrania desde la invasión rusa"El primer día de la guerra llamé por teléfono al presidente ucraniano (Volodimir) Zelensky; a Putin, en cambio, no lo llamé. Lo escuché en diciembre por mi cumpleaños pero esta vez no, no llamé. Quería hacer un gesto claro para que todo el mundo lo viera y para ello acudí al embajador ruso. Les pedí que me explicaran, dije 'por favor, paren'. Y luego le pedí al cardenal Parolin, después de veinte días de guerra, que le enviara a Putin el mensaje de que estaba dispuesto a ir a Moscú. Por supuesto, era necesario que el líder del Kremlin permitiera algunas ventanas. Todavía no hemos recibido respuesta y seguimos insistiendo, aunque me temo que Putin no puede y no quiere tener esta reunión ahora mismo. Pero tanta brutalidad, ¿cómo no detenerla? Hace 25 años vivimos lo mismo con Ruanda", lamentó Francisco, en una extensa entrevista con Corriere della Sera.
Invasión rusa: otro gesto de apoyo de EEUU a UcraniaEl Papa fue consultado sobre la decisión de las potencias de occidente de entregar armas a Ucrania, algo que genera divisiones en todo el mundo debido a las advertencias rusas sobre una escalada a nivel nuclear.
«No puedo responder, estoy demasiado lejos, a la pregunta de si es correcto abastecer a los ucranianos. Lo claro es que en esa tierra se están probando armas. Los rusos ahora saben que los tanques sirven de poco y están pensando en otras cosas. Las guerras se libran para esto: para probar las armas que hemos producido. Este fue el caso de la Guerra Civil Española antes de la Segunda Guerra Mundial", aseguró.
Además, Francisco insistió con que "el comercio de armas es un escándalo", pero "pocos se oponen". "Hace dos o tres años llegó a Génova un barco cargado de armas que hubo que trasladar a un gran carguero para transportarlas a Yemen. Los trabajadores del puerto no querían hacerlo. Dijeron: pensemos en los niños de Yemen. Es una cosa pequeña, pero un bonito gesto. Debería haber tantos así", remarcó.
Conflicto en Ucrania: Francia anunció que "reforzará" el envío de material militarPor otro lado, y a pesar de las versiones, el Papa aseguró que no irá a Kiev "por ahora". "Envié al cardenal Michael Czerny, (prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral) y al cardenal Konrad Krajewski, (limosnero del Papa) que fueron allí por cuarta vez. Pero siento que no tengo que ir. Primero tengo que ir a Moscú, primero tengo que reunirme con Putin. Pero yo también soy sacerdote, ¿qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriera la puerta...", lamentó.
También le preguntaron si podría el patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, ser el hombre que pueda persuadir al líder del Kremlin para que abra una puerta? El Pontífice negó con la cabeza. "Hablé con Kirill durante 40 minutos por zoom. Los primeros veinte, con tarjeta en mano, me leyó todas las justificaciones de la guerra. Escuché y le dije: 'no entiendo nada de esto. Hermano, no somos clérigos de Estado, no podemos usar el lenguaje de la política, sino el de Jesús, somos pastores del mismo pueblo santo de Dios, por eso debemos buscar caminos de paz, para poner fin a los disparos de armas'. El Patriarca no puede transformarse en monaguillo de Putin. Tenía una reunión programada con él en Jerusalén el 14 de junio. Sería nuestro segundo cara a cara, nada que ver con la guerra. Pero ahora él también está de acuerdo: paremos, podría ser una señal ambigua", afirmó.
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