Suele ser consejo de padres y abuelos. “Nada bueno oculta la noche”, dice la frase que en algún momento de la vida todos escuchamos. La meta del refrán persigue desalentar al destinatario del mensaje. La oscuridad siempre es asociada a situaciones tenebrosas, cargadas de confusión. Sin la luz natural, es difícil saber qué es lo que los ojos tienen por delante es por eso que todos los sentidos deben estar alertas para esquivar los posibles peligros escondidos en la oscuridad.
Bernie Ecclestone, ex propietario de la F-1, fue quien durante años instaló la idea de que los monoplazas compitieran de noche. El británico encontró la logística y predisposición necesarias para hacer realidad su sueño en Singapur. Fue en 2008 cuando se corrió el primer Gran Premio nocturno de la historia. Las calles de Marina Bay fueron dotadas de una luminosidad cuatro veces más potente que en un estadio de fútbol. Ese mismo año, pero en Qatar, MotoGP también sumaba una carrera nocturna.
Las imágenes de las competencias recorrieron el mundo. Ambas carreras entregaron postales espectaculares. Claramente, en el deporte motor, el día oculta cosas buenas que en la noche se ven claramente. Los chispazos, el fuego de los escapes, las pinturas reflectivas brindaron un carnaval visual igual de electrizante que el que se puede ver a la luz del sol en el resto de las carreras del calendario.
“La idea surge a partir de que queríamos hacer algo innovador en el norte argentino, teniendo en cuenta las tendencias a nivel mundial”, explicó Héctor Rizzotti. El experimentado maratonista es también organizador de carreras y en 2022 se animó a concretar el “I° Hard Trail Night” en El Cadillal. Al revés de lo que busca la F-1 y MotoGP, en la carrera de aventura se busca poner un obstáculo, totalmente novedoso como lo es la noche, ya que en ésta modalidad siempre se corre de día. Con la claridad de la luz natural, es fácil calcular cómo esquivar el filo de una piedra y evitar una torcedura. En la noche, se puede, pero es mucho más complicado. Desde luego, la luz de la luna y las estrellas no da la suficiente seguridad para superar la geografía de una senda. “A los participantes se les exigió el uso de dos linternas y se les entregó a cada corredor un botiquín de primeros auxilios”, explicó Rizzotti.
La logística demandó cuatro meses de planificación, no sólo analizando el recorrido, también evaluando que el impacto ambiental sea mínimo. “Los comentarios de las personas que fueron a ver el evento, como de los corredores fueron 100 por ciento positivos”, aseguró el organizador. Entre los aciertos, fue destacado por todos la temperatura agradable de la noche, factor que facilita la competencia de cualquier deporte, ya sea motor o a sangre. Se estima que para febrero de 2022 la carrera se programará nuevamente.
También atento las nuevas tendencias, Luis Gálvez, múltiple ganador de carreras de aventura, organiza una prueba nocturna. La ruta de su San Javier natal se ilumina cada año en diciembre por las luces que los corredores llevan en su cabeza. La llegada está justo debajo de El Cristo bendicente que con su luz ayuda a iluminar el podio. “Traté de atraer a la familia con la particularidad de que sea de noche. Por eso hay una categoría padres e hijos”, explicó Gálvez.
“‘Es una locura pedalear de noche’, me decían”, reveló Héctor Manca. El taficeño es deportista transplantado. Para promover la donación de órganos con la intensidad que requiere el mensaje, tomó de aliada a la noche, a la bicicleta de montaña y al camino de senda. Desde 2012, con las pausas obligadas por la pandemia, el atleta organiza la “Bicicleteada Nacional Nocturna al Viaducto del Saladillo”. “Es participativa. La finalidad es difundir la causa social”, puntualizó Manca. La noche, cada vez más, oculta cosas buenas gracias al deporte.
Iluminados en El Cadillal
El triunfo fue para todos en la primera edición de la carrera nocturna que se hizo en El Cadillal. Esa fue la percepción que le quedó a Aldo Gordillo al que no se le borra de la memoria lo que experimentó en febrero pasado. “No ganaron sólo los que cruzaron primeros la meta en cada categoría. Ganó la chica que hacía cuatro meses era una sedentaria declarada y puede decir que completó una carrera en la montaña y, encima, de noche”, relató. “Ganó esa cordobesa que vino a acompañar a su marido a una carrera de mountain bike que se suspendió y, estando aburrida en el hotel, se enteró de la carrera, se anotó y terminó ganando la general de damas de 15K. Como esas, hubo muchas historias más”, recordó Gordillo.
Su palabra es autorizada porque además de ser triatlonista y competir en varias carreras en países limítrofes, el hombre fue voluntario en la organización de competencias. En su amplio currículum figuran los Juegos Olímpicos de Río 2016, Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, los Juegos Odesur de Cochabamba 2019, los Panamericanos de Lima 2019 y los Panamericanos Junior de Cali 2021.
“El circuito que demarcó la organización fue desafiante. Había que bordear un sector del dique por el perilago, después subir a lo más alto de uno de los cerros circundantes y volver al lugar de partida. Y a ese recorrido complejo, había que sumarle la dificultad más grande: todo era en la penumbra de la noche”, comentó el atleta.
“Por eso fue fundamental el equipamiento obligatorio de los corredores de dos linternas: una frontal, en la cabeza, y otra de repuesto”, destacó Gordillo dejando varios tips a tener en cuenta para quienes quieran competir el próximo año. En lo referido al aspecto logístico, basándose en la experiencia adquirida en ése campo durante sus voluntariados, el atleta dio un aprobado. “La marcación fue impecable. Los senderos tuvieron marcas con cinta de nylon de varios colores para indicar la peligrosidad de la zona y con cinta reflectiva cada 50 y 100 metros”, describió.
La organización del “Hard Trail Night” dispuso varios puestos de control, por los que los atletas iban pasando, eran registrados y se los abastecía de bebidas y golosinas para evitar cualquier tipo de cuadro de deshidratación. Todo muy controlado para que correr en la noche fuera una fiesta del running.
Para que la gente se fascine
Para ganar el Master de Rally de tracción simple, Samir Assaf tuvo que pilotear de noche. “En San Luis, fue el tramo inicial. No veía nada, de nada”, reconoció el monterizo.
El piloto de 25 años corrió un par de veces en la oscuridad argentina y también en la chilena. “La primera vez dudé un poco porque no sabés las referencias. Normalmente, de día ya venís medio ciego en el auto porque estamos sentados muy abajo y atrás, entonces el camino no se ve. ¡Imagináte de noche! Además de que se necesitan luces especiales”, describió algunas de las exigencias.
Assaf consideró que es fácil cometer errores en plena noche. El público es el que, según él, saca más rédito. “A la gente le fascina porque el show. Los autos tienen los equipos de luces, se ven los fuegos de las explosiones y los discos de los frenos al rojo vivo. Es muy interesante”, aseguró el corredor.
Macías quiere más carreras nocturnas
El catamarqueño, Álvaro Macías, no por nada eligió correr el Rally Nocturno Isidro Reyes antes de empezar la defensa del título del Campeonato Tucumano. “Es uno de los mejores del país. Por eso lo usé como preparación”, afirmó. La victoria en la noche de Santa María no fue la primera para él. “Estaría bueno que los campeonatos tengan fechas nocturnas y no sólo que se corran aisladamente como en Isidro Reyes”, anheló.