En su visita a la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) del martes, el presidente del Instituto Nacional de Semillas (Inase), Obdulio San Martín, ratificó la determinación del Ministerio de Agricultura de la Nación de solucionar el actual desbalance del mercado de semillas fiscalizadas en nuestro país y argumentó las razones por las cuales el Inase trabaja en el diseño de un marco legal que garantice dar vuelta lo que, en sus palabras, es hoy una realidad agroproductiva en declinación.

Reunido con miembros del staff profesional y con directivos de la casa para una presentación descriptiva de la Eeaoc, que visitaba por primera vez, la mención de los programas de mejoramiento genético hoy en desarrollo en la institución dio pie a los comentarios del funcionario acerca de la necesidad de revertir la actual situación al respecto, marcada por la desinversión en tecnología, la gradual pérdida comparativa de ganancia genética frente a otros países y la consecuente merma en la competitividad de la actividad en nuestro país.

“Mala señal”

“Que Bayer haya decidido retirarse del mercado argentino de soja con su tecnología Intacta es una muy mala señal para nuestra tecnología”, expresó San Martín. “Esa retracción, ese desaliento a la inversión en nuevos desarrollos, causado por un muy bajo porcentaje del uso de semillas debidamente fiscalizadas y retribuidas, es observable también en otras empresas, nacionales o internacionales y se traslada a toda la cadena”, agregó.

Recordó que hasta hace no mucho en el país funcionaban 15 programas de mejoramiento genético. “Hoy tenemos cuatro. La superficie del cultivo de soja ha pasado de 4 millones a 16 millones de hectáreas y seguimos fiscalizando el mismo volumen. Brasil, con regalías más caras está en un porcentaje de legalidad del 75%; nosotros, en un 20%. Esa diferencia se expresa en productividad y también en sustentabilidad, porque necesitamos desarrollos que nos permitan enfrentar los desafíos ambientales emergentes”, dijo.

Y precisó que esta situación también ocurre en otros cultivos, como el algodón, legumbres, cebada, trigo. “En fin, sin retorno legítimo no hay inversión, sin inversión no hay desarrollo y las consecuencias empiezan a ser bien visibles”, cerró.

Interrogado acerca de la perspectiva de una solución, el funcionario fue contundente. “La instrucción que recibimos de parte del ministro, Julián Domínguez, es encontrar una solución legal lo más rápido posible. Lo ideal es una nueva ley, aunque eso requiere de consensos amplios y suficientes que llevamos algo más de 20 años sin poder lograr. Quizá en el camino hacia ese fin se precise diseñar algún otro instrumento normativo que permita avanzar en el sentido deseado y conduzca a un cambio en la apreciación de quienes no terminan de convencerse acerca de esta necesidad”, dijo. Indicó que en ese diseño está embarcado el Inase hoy; con plazos perentorios.

Reconocimiento

Tras la visita, que incluyó un recorrido por algunas de las instalaciones de la Eeaoc, Daniel Ploper, director técnico de la institución, dijo que resulta imprescindible solucionar esta rémora en materia de reconocimiento de los derechos del obtentor de nuevas variedades de semillas. “Honrar ese requerimiento vía el pago de regalías debe dejar de ser visto como el negocio de un subsector y de ser considerado como si fuera algo irracional o mezquino. Lo sabemos muy bien nosotros en la Eeaoc, una institución sin fines de lucro. La semilla es un insumo fundamental para el mejor rendimiento de los cultivos y la mejora continua de las variedades que utilizamos un componente esencial de la sostenibilidad productiva”, afirmó.

Explicó que esa tarea implica ingentes inversiones, y no solo de parte de criadores. “Debemos tener en cuenta que una vez obtenida la variedad luego de años de investigación y de ensayos consecutivos, disponer del volumen necesario para su utilización supone reproducirla en campo; es decir, los multiplicadores la deben cultivar con muchos recaudos para lograr que la calidad de la semilla se sostenga en la gran escala”, dijo.

Ploper destacó que cuando por el desaliento del que hablaba el presidente del Inase se retiran del mercado semillas avanzadas, no solo se pierde la posibilidad de utilizarlas comercialmente, sino también la de utilizar legalmente el germoplasma que traen -lo que en la jerga se denomina “el chasis”-, sobre el que apoyarnos para nuevos desarrollos superadores. “Perdemos con esta situación en toda la línea. Ojalá la firme determinación que hemos constatado en el presidente del Inase logre por fin llevarnos a normalizar esta situación que nos afecta tan directamente”, lamentó.

Acompañaban a San Martín el director nacional de Articulación Federal, Gabriel Giménez; el director de Oficinas Regionales, Javier Pelegrina, y el responsable de la Oficina Regional NOA del Inase; Pablo Mejail.

De la reunión participaron, además de Ploper, José Ignacio Lobo, miembro del Directorio de la Eeaoc; Hernán Salas, director Asistente en Tecnología Agropecuaria de la Eeaoc; los socios de la empresa Lealsem (que comercializa las creaciones fitogenéticas de cultivos de granos de la Eeaoc) Esteban Espejo y Ramón Puchulu, y responsables técnicos de las diferentes áreas y programas de la Institución.