1982. Björn Ulvaeus, Benny Andersson, Anni-Frid (Frida) Lyngstad y Agnetha Fältskog están sentados en el sillón de “The Late Late Breakfast Show”, en Inglaterra. Su lenguaje corporal habla solo: están agotados. Ningún televidente sabe, pero esa será la última aparición pública del grupo. Conflictos internos, infidelidades, divorcios, celos y supuestas adicciones socavaron hasta el final a la banda más exitosa de la década de 1970.

Este año se cumple medio siglo del inicio formal de ABBA, el grupo musical que le cantó a Latinoamérica sin jamás visitarla. Y este aniversario los encuentra más vivos que nunca: a 40 años de su disolución -pese a que formalmente nunca se separaron- lanzaron “Voyage”, su nuevo disco, y cosechan nominaciones y premios en todo el mundo. Además, marcan tendencia: su trabajo se posicionó como el long play (sí, leíste bien aunque suene anacrónico) más vendido del milenio. Ah, y saldrán de gira por el mundo... como hologramas.

Un poco del antes

La historia se remonta exactamente al 29 de marzo de 1972. Por diferentes caminos ya se habían conocido los cuatro jóvenes, pero esa día la magia llegó al estudio: “People need love”, fue la primera canción en la historia de ABBA. Y así es como el viaje empieza.

La fama mundial les llegó gracias a su presentación en el Festival de Eurovisión (en 1974). Con “Waterloo”, con un vestuario peculiar y con un director de orquesta vestido de Napoleón, ganaron y se consagraron -premiados luego- como la mejor canción en la historia del festival.

Ahí empezó el derrotero. Éxito tras éxito. “Mamma Mía”, “Dancing Queen”, “S.O.S”, “Take a Chance on Me”, “Gimme! Gimme! Gimme!” y “Super Trouper” son sólo algunos de los más famosos. El suceso los obligó a expandirse: cantaron en sueco, alemán, inglés y español. Y más de lo que se conoce: además de “Chiquitita” y “Gracias por la Música”, el grupo acumula cerca de una veintena de canciones en castellano. Aunque jamás visitaron América del Sur, sus temas se posicionaron -incluso hoy- primeros en las listas de éxitos.

Sólo hay un ganador

Dato importante para entender lo que sigue: Björn y Agnetha eran pareja y, tras 10 años de relación, se divorciaron en 1980. Se rumorea que todo fue por las infidelidades de Ulvaeus; de esa historia salió “The Winner Takes It All”, canción popularizada en español por Pimpinela y reversionada por Vicentico e Il Divo. ¿Existirá algo más cruel que tener que cantar (y contar) al mundo una dolorosa historia de amor fallida? Bueno. Agnetha tuvo que hacerlo. Una y otra vez.

En paralelo, Benny y Frida -la otra pareja- estaban por ponerle punto final a su vínculo. Todo era extraño: en más de una ocasión los cuatro miembros (por separado) contaron que entrar al estudio era incómodo y que las giras se hacían cada vez más difíciles. Agnetha, por ejemplo, tenía pánico escénico, ansiedad y desarrolló miedo a volar, lo que la llevó a caer en el alcohol.

Las dos rupturas destrozaron el valor más importante del grupo: la unidad. El último disco fue publicado en 1981 y -dicen los expertos- es una clara muestra de las dificultades entre sus integrantes: tiene letras más adultas y con más compromiso social, pero música dura y fría. Oscura.

Y eso fue todo. Hicieron algunas presentaciones en vivo, pero nada más. No más entrevistas, no más grabaciones, no más ABBA. En el tintero quedaron sueños y proyectos sin realizar. Las dos mujeres siguieron en solitario con sus carreras y los dos hombres hicieron producciones juntos.

Un mito que regresó

ABBA es el segundo grupo musical más exitoso de todos los tiempos. Sólo es superado por The Beatles, aunque hay quienes discuten el podio. Pero la banda sueca no fue siempre querida por todos: tuvieron que soportar burlas y críticas desde el minuto cero. Una vez separados, quedó sólo en el recuerdo de sus fanáticos hasta la década de 1990, cuando sus canciones empezaron a resurgir: Erasure y U2 comenzaron a tocar sus temas y su discográfica aprovechó para lanzar “ABBA Gold”, un disco de recopilaciones que fue furor y los puso nuevamente en la cima. Sus canciones volvieron a sonar en todos lados y empezó la reivindicación. Después llegó el musical “Mamma Mía” hecho con sus canciones. Y eso aumentó aún más el mito.

A partir de un reencuentro en 2016, comenzaron a circular rumores de un revival. Pero nada concreto. Hasta 2018. “Empezó con dos canciones y luego nos preguntamos, ¿por qué no hacer todo un álbum?”, explicaron Björn y Benny en entrevistas. La idea era sólo hacer dos temas para lo que sería -y será- un concierto holográfico. Pero luego grabaron cinco. Y después un par más. “Nos tomamos un descanso en la primavera de 1982 y ahora hemos decidido que es el momento de ponerle fin”, aseguraron en un comunicado difundido para anunciar el lanzamiento de “Voyage”, su nuevo disco.

“Siempre es mágico cantar juntos, tenemos algo especial, no solo en lo que respecta a la voz, sino también como amigos. Una vez que cerramos las puertas detrás de nosotros en el estudio nos sentimos como en casa”, aseguró Frida en una entrevista a la BBC.

“ABBATARS” POR EL MUNDO

Si hay algo que caracterizó históricamente al grupo sueco es la innovación. Sus productos (a nivel musical, audiovisual y de vestuario y escenografía) siempre marcaron tendencia. Y eso es lo que decidió ABBA hacer en su vuelta. Desde hace algunos años se está gestando una gira holográfica que los tendrá a los músicos como protagonistas. No serán ellos los que cantarán nuevamente sus más grandes éxitos, sino representaciones animadas de sus versiones de 1979. Durante dos semanas un equipo de última generación captó los movimientos de los cuatro artistas de Estocolmo en un estudio, interpretando tanto sus viejas canciones como las nuevas, como si estuviesen sobre un escenario y frente al público. Las razones para la gira virtual son variadas, pero se dice que los artistas prefieren ser recordados en los escenarios cómo en sus mejores épocas. Además, sus edades imposibilitan una gira mundial como la que se ha planteado. Para este tour se construyó en Londres un estadio propio: el “Abba Arena” empezará a funcionar el 27 de mayo.

SONIDO INTACTO

El noveno álbum de estudio de ABBA salió al mercado en noviembre del año pasado. Sus 10 canciones representan la esencia del grupo: ritmos osados, historias alegres y compromiso social. Es como si el tiempo no hubiera pasado. “I Still Have Faith In You” abre el trabajo, presenta la historia del grupo y relata la alegría y el agradecimiento de sus integrantes de seguir vivos y con esperanzas en esta nueva etapa. Del disco se destaca “Don’t Shut Me Down”, que es, sin duda, el mayor éxito de esta vuelta. Además, hay una emotiva y adulta balada titulada “I Can Be That Woman”; “When You Danced With Me” con sonidos celtas; “Little Things”, una típica canción navideña; “Bumblebee”, un llamamiento a cuidar la naturaleza: y “Ode to freedom”, un pedido de paz para el mundo. El trabajo fue producido por los hombres del grupo e interpretado en solitario y a dúo por las dos mujeres, que conservan sus voces con la juventud de siempre. Fue lanzado en disco de vinilo, en cassette y en CD, pero en nuestro país sólo se comercializa la última edición.