El presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó hoy de “provocación grosera y cínica” de las autoridades ucranianas el descubrimiento de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha tras la retirada de las fuerzas rusas.
Durante una entrevista con el primer ministro húngaro Viktor Orban, Putin habló de la “provocación grosera y cínica de parte del régimen de Kiev en la ciudad de Bucha”, según un comunicado del Kremlin. Se trata de la primera reacción del presidente ruso por este caso que ha provocado indignación internacional.
Múltiples testimonios e investigaciones independientes atribuyeron a soldados rusos la autoría de la masacre. Ucrania y Estados Unidos pidieron que se juzgue a los responsables por crímenes de guerra.
Los cuerpos han sido enterrados en la iglesia de San Andrés desde el 10 de marzo, ya que no había espacio en la morgue del hospital y la gente no quería dejarlos en las calles.
Putin habló después que el Parlamento alemán expresara hoy su condena “con la máxima severidad” por las matanzas de civiles.
“Todo apunta a que se han cometido crímenes de guerra”, afirmó la presidenta de la cámara baja (Bundestag), la socialdemócrata Bäerbel Bas, al abrir la sesión, en la que se ha incluido un debate centrado en lo ocurrido en Bucha.
Bas equiparó las imágenes difundidas estos días desde esa ciudad ucraniana con las que llegaron en su momento de la ciudad bosnia de Srebrenica, reconocidas internacionalmente como genocidio y crímenes de guerra.
El canciller alemán, Olaf Scholz, condenó asimismo sin paliativos lo que calificó de “crímenes de guerra” sobre la población civil, cometidos por las tropas rusas antes de retirarse, al tiempo que reiteraba sus exigencias de un esclarecimiento total de lo ocurrido.
Scholz instó asimismo al presidente ruso, Vladímir Putin, a poner fin “inmediatamente a los ataques” sobre Ucrania, país al que ratificó “todo el apoyo” por parte del Gobierno alemán.
Por otro lado, Putin recibió el respaldo de China, que se refirió a las imágenes de la matanza y dijo que “hay que basar las acusaciones en hechos” y “las cuestiones humanitarias no se deben politizar”.