Por la inercia inflacionaria, el Banco Central aceleró la suba del dólar oficial. A pesar de que todavía no acompaña el Índice de Precios, el organismo administrado por Miguel Pesce se mantiene en línea del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El acuerdo prevé una "recalibración" del ritmo de devaluación del peso para garantizar un "tipo de cambio real competitivo". De acuerdo al organismo crediticio, "el régimen de crawling peg es apropiado, aunque será necesario reforzar y recalibrar los elementos clave".
Pesce, en su rol de director del BCRA, parece ir en línea con lo estipulado: marzo será el mes de mayor suba del dólar oficial que acompañará, un poco más cerca, a la inflación.
Impacto externo
Hasta el 3,9% del IPC de enero, el Banco Central mantenía un ritmo de devaluación del orden del 3% lo que mantenía la competitividad del peso. Sin embargo, con el dato de inflación de febrero en torno al 4,7% y de marzo, que se espera entre el 5% y el 6% - este último, ya con el impacto externo- vuelve a poner la lupa en el rol del organismo.
Hoy en día se puede observar que el camino realizado hasta ahora ha sido el de acelerar el crawling peg, aún con el riesgo de inyectar más combustible a las presiones inflacionarias. Y será esta variable, la que el Banco Central seguirá de cerca para moverse.
El objetivo es no atrasar el tipo de cambio y volver a incentivar las expectativas que hagan saltar a los dólares paralelos. Un dólar más calmo, podría garantizar que en el segundo semestre del año la inflación vaya moderándose. A su vez, la aceleración del crawling peg con la tercera suba de tasas de interés en el año frena los incentivos negativos para la liquidación de divisas.
El bolsillo de los argentinos
El dólar oficial acompañará, en la medida de lo posible, los índices mensuales de suba de precios con el fin de evitar un salto devaluatorio que vuelva a golpear al bolsillo de los argentinos.
Tras un leve ajuste en diciembre, cuando el Banco Central devaluó en un nivel del 1,3%, en enero, se elevó un poco más el ritmo y la divisa estadounidense se apreció en torno al 2,2%, mientras que, en el segundo mes de 2022, el ritmo fue del 2,3%. En marzo, el número estará más cerca del 3%, pero aún lejos de la tasa de inflación que se espera para el mes.
La formulación final a la que se arribó con el FMI permite que el dólar pueda moverse por detrás de la tasa de inflación local, más allá de que el ritmo de depreciación se acelere gradualmente.