Durante un encuentro que se desarrolló en el Centro de Convenciones de Santiago del Estero Forum, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, dijo que la Argentina necesita una nueva ley de semillas, que la ponga al ritmo de los países de la región.

Durante su exposición, realizada en el marco del encuentro anual del Comité de los Bajos Submeridionales, afirmó que el eje central de la política de la Argentina durante los próximos 10 años tiene que ir por el desarrollo del conocimiento y por la biotecnología aplicada a la producción.

“Esa es nuestra convicción y la senda de trabajo que impulsamos desde la cartera que me encomendó el presidente (Alberto Fernández). Frente a las consecuencias del cambio climático sobre nuestros sistemas productivos, estamos abordando una estrategia nacional que tiene una fuerte impronta en investigación y en del desarrollo de nuevas tecnologías, mientras en simultáneo se avanza con la ejecución de las obras de infraestructura necesarias”, señaló.

Los bajos submeridionales constituyen un sistema hidrológico de más de 54.000 Km² entre las provincias de Santiago del Estero, de Santa Fe y de Chaco, que tiene un importante potencial para generar valor a partir del crecimiento productivo de cada una de las microrregiones que componen el área. Además, se trata de un área que se caracteriza por la alternancia de inundaciones y sequías en breves lapsos de tiempo, que ocasionan graves consecuencias sociales, productivas y ambientales.

En la reunión, Domínguez se refirió al trabajo coordinado con los Gobiernos de las tres provincias mencionadas renglones arriba, en conjunto con los productores, y a la labor de los equipos técnicos del Ministerio y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), para realizar diagnósticos productivos de cada microrregión de los Bajos Submeridionales, que permitan diseñar un proyecto de desarrollo que potencie su productividad.

“Vemos una extraordinaria oportunidad en la región, por la fuerte institucionalidad agropecuaria en las tres provincias; por las facultades de agronomía y veterinaria y por los colegios secundarios agropecuarios, con enorme vocación, pero necesitamos un nuevo instrumento normativo que permita mejorar los rendimientos y la productividad, indicó Domínguez.