El Papa Francisco lideró a los obispos católicos del mundo en una oración por la paz entre Rusia y Ucrania, diciendo que la humanidad había olvidado las tragedias del siglo XX y que todavía está bajo la amenaza de una guerra nuclear.

Francisco presidió un servicio en la Basílica de San Pedro en el que encomendó la protección de toda la humanidad, "especialmente Rusia y Ucrania", a la virgen María.

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Al mismo tiempo, miles de obispos en catedrales y capillas de todo el mundo leían la misma oración en las lenguas locales, dando lugar a uno de los acontecimientos eclesiásticos más coordinados que se recuerdan a nivel global.

En una homilía separada antes de recitar la oración, Francisco habló de "escenas de muerte" en las que "las bombas están destruyendo los hogares de muchos de nuestros indefensos hermanos y hermanas ucranianos" y de "una guerra cruel y sin sentido que amenaza a nuestro mundo".

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Tanto el embajador ucraniano como el ruso en el Vaticano asistieron, sentados en lados separados del pasillo.

Desde que Rusia invadió a su vecino el 24 de febrero en lo que califica como una "operación militar especial", el Papa ha criticado implícitamente a Moscú, condenando enérgicamente lo que ha llamado una "agresión injustificada" y denunciando "atrocidades", pero no había mencionado a Rusia por su nombre.

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El viernes utilizó las palabras Rusia y rusos, aunque en el marco de una oración y una homilía.

"Hemos olvidado la lección aprendida de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de los millones de personas que murieron en dos guerras mundiales (...) nos hemos encerrado en intereses nacionalistas", dijo el Papa en la oración, cuyo título formal era "Acto de consagración al Inmaculado Corazón de María".

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La oración pidió a María que "elimine el odio y la sed de venganza, y nos enseñe el perdón, nos libere de la guerra y proteja nuestro mundo de la amenaza de las armas nucleares". (Reuters)