La agtech argentina Sistema de Monitoreo Agrícola (SIMA) analizó las condiciones del maíz detectadas hasta los últimos días de enero en la Argentina -momento crítico de los cultivos- y evaluó cómo impactaron las lluvias en las casi 2 millones de hectáreas que tienen relevadas en nuestro país.
En este contexto, la empresa difundió que los maíces de primera mostraron una peor condición general. “Claramente estos valores tienen una correlación directa con la época de siembra. Los maíces de primera tienen una peor condición, mientras que, por ahora, los sembrados más tarde se mostraron mejores”, señalaron los técnicos de SIMA.
Por otro lado, indicaron que, al analizar las muestras, queda claro, sobre todo a nivel de campo, que la falta de lluvia que se registró desde mediados de diciembre del año pasado hasta mediados de enero, ponía en jaque la performance de los cultivos de primera.
En este sentido, por ejemplo, a principios de enero, las estimaciones tanto a campo como a nivel de modelo, arrojaban un 15% de rendimiento por debajo del objetivo. “Una vez concretadas las lluvias (durante la segunda mitad de enero) el ánimo cambió para quienes monitorean, y los rindes empezaron a reflejar cierta mejora en el panorama, y se acercaron a lo que habíamos fijado como objetivo. Sin embargo, en promedio, las dos estimaciones de rendimientos arrojaban un 5% por debajo”, dijeron.
Consideraron que para algunos lotes las lluvias llegaron a tiempo de concretar o de salvar cierto potencial de cultivos. Pero que para otros lotes, indefectiblemente las precipitaciones de mediados de enero llegaron tarde, ya con los cultivos adelantados en momentos donde no pudieron aprovechar los milímetros caídos.
“Todavía queda un largo camino para cerrar la campaña y sabemos que las condiciones son dispares, pero en términos generales podemos decir que las lluvias llegaron a tiempo de salvar una campaña que podía ser muy mala”, concluyó el reporte de los técnicos de la empresa argentina.