Todo pueblo necesita destacar características propias o rodearse de elementos que expresen su identidad. Los símbolos patrios sintetizan ese sentimiento común de hermandad, historia, que diferencia una nación de otra. Generalmente. la exaltación de estos emblemas nacionales se potencia en los conflictos bélicos, como sucedió durante la Guerra de Malvinas, pero también en las competencias internacionales deportivas. ¿Cuántas veces se han escuchado críticas a los jugadores de nuestra selección de fútbol por no cantar el Himno en los momentos previos a cada partido? Tal vez con menos entusiasmo estos símbolos se hacen más visibles en los ciudadanos cuando en el día en que se los evoca. En la invasión de Rusia a Ucrania, hemos visto que los tanques rusos llevan un emblema que los identifica y tiene diversas significaciones. La bandera, el escudo, el himno, la escarapela, nos representan en el mundo. ¿Hasta qué punto sentimos realmente como propios nuestros emblemas?

En una reciente producción sobre el escudo nacional, una investigadora del Conicet señaló que su vigencia depende de cómo el Gobierno estimule o no ese sentimiento porque no solamente expresan un Estado, también una comunidad de origen. “El escudo es más que el escudo, aparece en las monedas, representa de alguna forma la soberanía argentina, básicamente la bandera y sobre todo sus colores, que también están vinculados a la selección de fútbol… Son símbolos unificadores, depende mucho del gobierno y sobre todo de la política de Estado para que eso se reactive. Calculo que, en momentos de guerra, el patriotismo debe estar exaltado, entonces los símbolos tienen otro significado”, dijo la doctora en Historia María Celia Bravo. La profesora de Lengua y Literatura Gloria Olivera considera que es importante difundir las insignias nacionales en distintos encuentros y convocatorias. “Los adultos tenemos referentes que nos recuerdan el ser argentino, sin embargo, hace falta estimular historias y valores patrióticos en las nuevas generaciones. Los jóvenes reconocen los escudos de los clubes de fútbol cuando escuchan acerca del escudo, pero la escuela está incentivar el reconocimiento de los símbolos patrios”, consideró la educadora, galardonada por el Ministerio de Educación de la Nación como “Maestra ilustre 2006”, que enseña en la Escuela Secundaria Yerba Buena. Uno de sus alumnos de 4° año consideró al escudo como un documento. “Sin duda, estaría bueno que no tan solo lo reconozcan en su día, sino todo el año. Para mí es necesario que se lo vea en la secundaria, lamentablemente varias personas no lo reconocen como algo patrio”, dijo.

Como bien se señala, es justamente en la escuela, donde se debe inculcar el valor de estos símbolos visuales y sonoros como expresión de la identidad, del sentido de patria. Su enseñanza está íntimamente relacionada con la historia argentina. Y si bien la creación de estos símbolos ocurrió hace más de dos centurias, es importante inculcar el sentido de patria en todos los niveles educativos y una forma es profundizar en el estudio no solo de la historia, sino también de nuestra cultura y las tradiciones y costumbres que expresan la argentinidad, como el folclore y el tango, la gastronomía o las artesanías. Se suele decir que los argentinos somos patriotas de la boca para afuera, sería importante que siempre lo fuésemos de corazón.