Rusia continúa bombardeando Ucrania sin piedad. Sus ataques han destruido ya varias ciudades. La opinión pública, en parte, critica la inacción de los Estados Unidos, el líder de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, por sus siglas), la alianza militar de países que nació en 1949 para hacer frente a la extinta Unión Soviética y que actualmente cuenta con 30 miembros, la mayoría estados europeos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha rechazado públicamente la posibilidad de que las tropas entren por ahora en combate contra los soldados rusos. En consonancia con su postura, varios miembros de la Alianza Atlántica han rechazado las peticiones para establecer una zona de exclusión aérea en Ucrania, ya que eso podría suponer la extensión del conflicto al resto de Europa.
Debido a que Ucrania no es un miembro de la OTAN, los países miembros no están obligados a proteger esa nación. Pero si por error un misil o una bomba impactase, por ejemplo, en Polonia, país de la OTAN y fronterizo con Ucrania, todo cambiaría. "Entonces se aplicaría el artículo 5 y se desencadenaría la III Guerra Mundial. Eso ya es la OTAN contra Rusia, y nadie quiere cruzar esa línea roja", explica en una entrevista a 20minutos la estadounidense Theresa Fallon, fundadora del Centro para estudios sobre Rusia, Europa y Asia (CREAS), con sede en Bruselas. Es lo que se conoce como principio de Defensa Colectiva.
"Las partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas. En consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la parte o partes atacadas", señala el citado texto del Tratado del Atlántico Norte fechado en abril de 1949 y reproducido por el diario español 20Minutos.
Por otra parte, la Unión Europea (UE, por sus siglas) contempla igualmente en su tratado fundacional de 1992 actuar contra cualquier ataque armado sufrido por uno de sus miembros pese a que no dispone de un ejército propio. De hecho, Ucrania ha pedido recientemente su admisión inmediata al bloque europeo, pero los líderes de los Veintisiete han afirmado que no puede haber atajos en la política de adhesión, cerrando así cualquier opción a una tramitación exprés.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha cerrado el debate al descartar de plano que la Unión Europea inicie el proceso formal para la adhesión de Ucrania mientras este país siga en guerra con Rusia. "Hay que mandar un mensaje fuerte (de apoyo) a los ucranianos. Pero debemos de tener cuidado: ¿podemos abrir un proceso de adhesión con un país en guerra? No lo creo", ha declarado.
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