Cansados de que sus pedidos a la comuna no tengan respuestas y los vehículos terminen estropeados o de que la ambulancia directamente no llegue hasta sus viviendas, los vecinos de la quebrada de Raco se encargan de arreglar ellos mismos los caminos, que durante esta época son intransitables, afectados por las lluvias y la crecida del río.
Ya es un reclamo histórico para ellos. Aseguran que hace años piden a la comuna que continuamente la máquina niveladora mantenga en condiciones los caminos. “Pero nos sentimos olvidados”, manifestó a LA GACETA, Florencia Mamaní, una de las vecinas que periódicamente tiene que cruzar un kilómetro de este camino hasta llegar a la ruta, cargando una silla de rueda especial y a su hijo de 11 años, que por una discapacidad, no puede caminar.
"Tengo bronca y malestar, me cansé. Nos cansamos de pedir e ir cientos de veces a la comuna de la zona a pedir que por favor tomen en cuenta la zona de la quebrada de Raco, que sus caminos estaban en pésimas condiciones, que se necesita que tomen en cuenta el río que cuando crece deja anegada a muchas familias”. Así comenzó su descargo Florencia, en las redes sociales, tras el calamitoso estado de los caminos hoy, tras las fuertes lluvias de los últimos días.
Contó que el río suele desbordarse y “lleva todo a su paso, casas, animales, postes de luz”. Ya ante sus reclamos, asegura que siempre obtiene las mismas respuestas del delegado comunal Gerardo Alvi: “qué no hay presupuesto, que la máquina viene haciendo trabajos, que el camino es privado cuando en el mapa se registra que el camino es público”.
Florencia explicó que en la zona hay más de 10 casas, en las cuales viven varias familias, quienes muchas veces se vieron privadas de recibir una ambulancia, por ejemplo, ya que ese vehículo no ingresa, dadas las malas condiciones del trayecto.
La preocupación de Florencia se acrecienta cuando tiene que llevar a sus hijos a la escuela o ir con su hijo con discapacidad a las periódicas sesiones de rehabilitación en San Miguel de Tucumán. “esta semana no se lo puedo llevar, por lo que no puedo salir con todo”, dijo.
“Cuando el río crece se lleva todo. El camino ahora ya no existe. Y los vecinos tratan de abrir otro camino para poder transitar”, detalló, mientras espera una espera una respuesta fehaciente desde la comuna. “La gente está cansada de promesas”, subrayó la vecina.