La evacuación de los habitantes de Mariupol, puerto estratégico ucraniano sitiado por las fuerzas rusas, fue suspendida este sábado en medio de acusaciones cruzadas entre Ucrania y Rusia de incumplir el alto el fuego necesario para habilitar el corredor humanitario. Ante esta situación, el ejército ruso volvió al ataque.
La salida de los civiles iba a iniciarse a las 11 hora local (6 de la Argentina), pero "fue postergada por razones de seguridad", ya que las fuerzas rusas "continúan bombardeando Mariupol y sus alrededores", declaró la alcaldía en la aplicación de mensajería Telegram.
La Cruz Roja lamentó que "las operaciones del corredor seguro desde Mariupol y Volnovaja no empezarán este sábado. Seguimos dialogando con las partes sobre el tránsito totalmente seguro de los civiles de diferentes ciudades afectadas por el conflicto", informó en un comunicado.
El corredor humanitario terminaba su ruta en Zaporiyia, localidad donde se encuentra la central nuclear atacada recientemente.
Pero ante el fracaso de la operación, el Ejército ruso reanudó su "ofensiva" sobre dos ciudades del sudeste, una de ellas justamente Mariupol, informó el vocero del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, que atribuyó el fracaso de la maniobra a “la reticencia de la parte ucraniana a influir en los nacionalistas o a prolongar el 'cese el fuego'”.
"Ni un solo civil pudo salir de Mariupol ni de Volnovaja por los corredores de seguridad anunciados. La población de esas ciudades está retenida como escudos humanos por los grupos nacionalistas", aseguró el vocero, según la agencia AFP.
Según Konashenkov, "batallones nacionalistas" aprovecharon la interrupción de la ofensiva para "agruparse y reforzar sus posiciones".
Ucrania y Rusia habían acordado el jueves último, en la segunda ronda de conversaciones, armar corredores humanitarios para evacuar a los civiles y entregar alimentos y medicinas.